Adiós al Chacalón del siglo XXI: Gustavo Cerrón y el secreto de cómo se transformó en el ídolo de masas

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Su fallecimiento ha sido lamentado por múltiples personalidades de la cultura, sean de series como “De vuelta al barrio” o “El último bastión”. Cerrón hizo gran parte de su carrera en el teatro, pero se dio a conocer en televisión. Para hablar de Cerrón como intérprete, hay que hablar de “Chacalón, el ángel del pueblo”; serie que lo catapultó a la fama en 2005; luego de haber participado en la década de los 90 en otras recordadas producciones televisivas.

Estrenada tras la emisión de “Misterio”, otra serie peruana que destacó por méritos propios; “Chacalón, el ángel del pueblo” fue producida por Michelle Alexander. “Yo no solo quiero ser líder en mi horario, sino también en toda la programación. Pero eso depende solo del público”, indicó por aquel entonces la creadora.

A propósito, compartimos un artículo publicado en 2005 donde conocemos más del proceso creativo de la serie, que formó parte de una ola de producciones televisivas enfocadas en personalidades de origen humilde que alcanzaron fama y fortuna.

“Ícono de conos”

Por Aldo Vela.

La leyenda cuenta que Lorenzo Palacios, Chacalón, bautizó a su banda La Nueva Crema como señero homenaje a Cream, su banda favorita de rock. Esta caprichosa explicación parece encontrar sustento en la innegable huella que imprimieron algunos monstruos del rock setentero en muchos guitarristas de la música tropical andina. Lo cholo no quita lo moderno y ahí están Los Mojarras si alguien reclama botón de muestra.

Michelle Alexander se familiariza con los mitos que rodean al personaje. Tras el furor impuesto con “Dina, la Lucha por un Sueño” (tanto en el lanzamiento como en la repetición de la serie), la productora trabaja ahora en la biografía del inmigrante suburbano más idolatrado de los cerros, Chacalón. “Nos basamos en las declaraciones que el mismo Lorenzo Palacios le dio a unos chicos de la Universidad de Lima en una entrevista de 1994”, asegura.

En esta versión, en la cual también se basó el capítulo que la serie “Vidas Secretas” de Beto Ortiz le dedicó al Faraón de la Cumbia, Chacalón atribuye el rótulo de La Nueva Crema a la mantequilla Crema de Oro, que habría untado de inspiración el lonche de sus músicos. Explicó también que su famoso alias lo debía a un luchador de cachascán, refundido en el anonimato.

Alter ego

Gustavo Cerrón, el actor de 29 años que interpreta al chichero, aspiraba en realidad a uno de los roles andinos que Iguana ofrecía en su nueva producción “María de los Angeles”. “Tenía el pelo largo y me peiné con raya al costado”, recuerda. Michelle Alexander que andaba en busca de su actor tropical, presenció aquel casting y de inmediato le propuso el papel.

Desde entonces Cerrón ha debido subir 10 kilos y todavía se siente corto. “Era bastante empaquetadito el difunto”, le insiste la gente de producción. Es su primer estelar y por eso peca de empeñoso. Empezó con el grupo teatro Libre del recordado Luis Alvarez, en el socorrido montaje de Collacocha, a inicios de los 90. En televisión, ha integrado los repartos de “Tribus de la Calle” (1994), “Apocalipsis” (1998) y “Gente como Uno” (2000). En cine participó en “El Bien Esquivo” (2001) y “Paloma de Papel” (2003).

Junto a Cerrón retorna Tula Rodríguez. Ella es Dora Puente, inseparable compañera de Chacalón desde sus reductos del Cerro San Cosme hasta los días en que le disputaba la hegemonía de la sabrosura a Viko y su Grupo Karicia.

El guion es de Eduardo Adrianzén, quien se vale de personajes ficticios como Cleopatra, la chichera trepadora, o el boxeador Macedonio, inspirado en Mario Broncano, para darle forma a una serie sin pretensiones de documental. La productora MSM, de Alexander y Susana Bamonde, está a cargo de la miniserie. “Frecuencia Latina tuvo la prioridad porque desde Dina confiaron en nosotros”.

Demonio de trinchera

Son 10 capítulos que probablemente se emitirán una vez culminada la transmisión de Misterio. Si bien no ha logrado repetir los índices de audiencia alcanzados por la “diosa hermosa del amor”, esta serie, producida por Gabriel Quijano en sociedad con Paolo Donayre y dirigida por Jorge Carmona, pelea la primacía del rating en su horario, amén del despunte de la carrera televisiva de Aldo Miyashiro, cuyo personaje Cardaura ya acuñó para el argot popular su inefable “oe, ¿qué?”.

Se trata de una rentable veta descubierta por Frecuencia Latina a partir del fenómeno del huayno con arpa. Desde entonces, el canal de San Felipe apuesta por la producción nacional. Y con esta política es que se permite disparar tres teleseries seguidas. Todas en torno a personajes de extracción marginal.

Puka polleracha

Bajo esa premisa, Iguana Comunicaciones se aventura por primera vez en su historia a realizar una serie de entraña popular. “María de los Ángeles” no es otra cosa que la epopeya de la migrante andina, instalada de doméstica en Lima que, tras su obligado pago de penurias, termina por imponerse, esta vez no enamorada del hijo del patrón, sino convertida en superestrella folclórica. Canta, eso sí, muy parecido a Sonia Morales, otra diosa del ande.

La productora Marisa Zuin admite que se trata de un trabajo específicamente dirigido al mercado peruano y, por lo tanto, carente de los parámetros internacionales distintivos de Iguana.

Melania Urbina interpreta a María Quispe y Carlos Caballero, a su dulce y cholísimo tormento, Alberto Sifuentes. La urbe al final devora esta historia de amor y marca la separación de los protagonistas. “Es una mezcla de los dos mundos, el de pueblo y el de la ciudad, que en un momento se confunden”, apunta Zuin, no sin antes asegurar que el proyecto se las ingenia para eludir clichés y estereotipos.

María de los Angeles usará trenzas, pero ajusta el pantalón a la cadera y el polo de marca que Gamarra remeda con esmero. Su antagonista, Milene Vásquez, como la pituca democrática Vanessa Larrea, le disputa el amor del cetrino y ultralechero Albertito, que aparentemente entra tranquilo a points como Aura porque tiene su no sé qué, tan de moda desde el 2001. Cosas del Orinoco y de la tele. Y es que al parecer, como dice Dina en su spot televisivo, los provincianos le están cambiando la cara al Perú.

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