Aunque es ampliamente conocido el desencuentro entre Roberto Gómez Bolaños y Carlos Villagrán por la autoría de ‘Kiko’, el antipático pero ocurrente personaje de “El Chavo del 8”, Chespirito da cuenta en sus memorias de un hecho no muy divulgado, el cual ocurrió hace varias décadas, nada menos que en el Perú.
En el libro “Sin querer queriendo”, Gómez Bolaños recuerda que cuando recurrió a sus abogados para abordar el caso de la autoría de ‘Kiko’, ellos le indicaron que existían “pruebas abrumadoras” a su favor, incluido un testimonio de Villagrán, escrito y firmado en nuestro país. Esto, a finales de la década del 70.
En una de las giras a Perú, un grupo de empresarios le propuso al representante de Chespirito un negocio de mercadotecnia que para llevarse a cabo requería de “un documento que certifique que el señor Roberto Gómez Bolaños es el creador de los personajes que aparecen en el programa “El Chavo del 8” y que los creadores no son los actores que lo interpretan”.
El representante de Chespirito, su hermano Horacio Gómez Bolaños, le explicó el tema a los integrantes del elenco y “absolutamente todos” firmaron el testimonio en el que reconocían a Roberto Gómez Bolaños como autor de los personajes que caracterizaban: Florinda Meza, María Antonieta de las Nieves, Angelines Fernández, Ramón Valdés, Rubén Aguirre, Edgar Vivar, Horacio Gómez y Carlos Villagrán.
Dicha prueba fue presentada durante la demanda que Villagrán le interpuso a Chespirito.
CONFRONTACIÓN
De acuerdo con ‘Quico’, Roberto Gómez Bolaños lo obligó a firmar dicho documento, presionándolo mediante la retención de su sueldo. “El argumento era plenamente infantil, ya que era Televisa y no yo quien pagaba dichos sueldos, y la empresa jamás retrasó un solo pago”. El falló fue favorable a Chespirito. No podía ser de otra manera.
Pese a ello –indica el autor- nunca tomó represalias contra Villagrán, pese a la sugerencia de sus abogados que le recomendaron impedirle que trabaje en cualquier país usando el personaje de su creación.
Gómez Bolaños resume en su libro todos los beneficios que Carlos Villagrán obtuvo con la explotación de ‘Kiko’: “Le dio los recursos necesarios para comprar casas en Caracas, en el Distrito Federal y en Cuernavaca, varios automóviles último modelo, oro, joyas y algunas otras cosas”, aseguró Chespirito, quien remarca que “nada de eso me lo quitó a mí”.
“Es más, tampoco me quitó lo que podía haber sido mucho más valioso: la popularidad y el éxito de mis programas. Lejos de eso, a partir de su ausencia, mis rátings se mantuvieron en primerísimo lugar, se incrementaron las exitosas giras por todo el continente y mis series continuaron al aire por 17 años más”.
El 28 de noviembre del 2014 no solo falleció un genio universal del humor, sino también un hombre íntegro y sin rencores.
Descanse en paz, Chespirito.
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— El Comercio (@elcomercio) noviembre 29, 2014
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