Casey Affleck: el extraño caso del candidato favorito al Oscar
Casey Affleck: el extraño caso del candidato favorito al Oscar

Es el actor favorito para ganar el Oscar este año y sin embargo no hay una campaña publicitaria alrededor de él. Y si bien es cierto que a lo largo de su carrera ha preferido mantener un perfil bajo, en esta ocasión es mejor que se mantenga ajeno al ojo público. Porque aunque su actuación en “Manchester By the Sea” es soberbia y su talento indiscutible, el actor tiene sobre su cabeza una espada de Damocles que podría arruinar su triunfo en la noche de los premios de la Academia. Se trata de una acusación por acoso sexual que el mundo prefirió ignorar hace unos años. 

EL HERMANO MENOR 

A Casey Affleck lo hemos visto en muchas películas. Ha sido parte del elenco de “To Die For” (1995), con Nicole Kidman, y de la premiada “Good Will Hunting” (1997), que dio a conocer a Matt Damon; también participó en las dos primeras partes de “American Pie” y “Ocean’s Eleven”. Sin embargo, no lo recordamos en ninguno de esos títulos. Su verdadera carrera comenzó después.

Su nombre completo es Caleb Casey McGuire AffleckBoldt y nació el 12 de agosto de 1975, en una localidad de Massachusetts. Es tres años menor que su hermano, el famoso Ben Affleck y, a diferencia de él, sus intereses nunca han estado puestos en la fama ni en el estrellato. Se ha mantenido atento a sus propias inclinaciones dramáticas y nos sorprendió a todos con actuaciones tan intensas como profundas en “El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford”, “Gone Baby Gone” y “Manchester By the Sea”. En el 2006 se casó con Summer Phoenix, con quien tuvo dos hijos y de la que se encuentra separado. Desde hace unos años es parte del ambicioso The Affleck/Middleton Project, una productora de cine y televisión independiente.

Sobre su vida privada poco se ha dicho. No es precisamente un actor que aparezca con su novia de turno en la primera plana de los tabloides. Aunque otras cosas se han dicho de él. 

EL PASADO QUE VUELVE

Fueron Amanda White y Magdalena Gorka, productora y directora de fotografía respectivamente, quienes denunciaron a Casey Affleck por acoso sexual durante el rodaje de “I’m Still Here” (2010). Era una película especial para el actor porque marcaba su debut como director. Una farsa delirante a mayor gloria de su cuñado Joaquin Phoenix pero cuyo estreno pasó inadvertido para las masas. Las acusaciones quedaron en eso: palabras, papeles, testimonios. No se supo más y Affleck se mantuvo a la sombra de la fama. El tema no sería relevante si no hubiera sucedido algo similar con Nate Parker, el actor y director afroamericano que presentó a finales del año pasado una película monumental titulada “El nacimiento de una nación” (2016).

Parker se convirtió en la gran promesa del año tras su paso por el festival de Sundance, que lo encumbró en aquel momento. Su película narraba una rebelión de esclavos en el sur estadounidense en la primera mitad del siglo XIX. Y de pronto, alguien rebuscó en el pasado del realizador y apareció una acusación por violación con fecha de 1999. Los incidentes ocurrieron cuando Parker se encontraba en la universidad y fue absuelto legalmente de todo cargo. El proceso, largo y confuso, volvió a las noticias cuando la denunciante se suicidó en el 2012.

Todo esto ensombreció la prometedora carrera de Nate Parker. “El nacimiento de una nación” dejó de ser un tema de conversación y tras su paso por Sundance quedó en el olvido. Debo decir que se trata de una película bien compuesta, con más virtudes que defectos, aunque su peso se centrara principalmente en el drama que cuenta. Cinematográficamente es convencional y su título, tomado del clásico de David W. Griffith, no logra colmar sus ambiciones. Pero de nada sirvió todo esto. Nate Parker volvió a ser señalado como un agresor sexual pese a que legalmente era un hombre inocente.

Fue la periodista Amy Zimmerman quien estableció el paralelo entre los casos Affleck y Parker. Si destruyeron la carrera de uno, se preguntaba, ¿por qué la historia del otro sigue escondida? “Creo que ser un hombre blanco te da muchas segundas oportunidades, seas una estrella de Hollywood o un atleta de la universidad”, aseguró Zimmerman a la agencia AFP, según cita el diario español “La Vanguardia”.

Comenzó así un debate sobre el peso de la raza en Hollywood. A Parker nadie le perdona un oscuro incidente del pasado y todos se hacen de la vista gorda frente a Casey Affleck, hermano del famoso Ben y amigo de celebridades como Brad Pitt y Matt Damon. ¿Pero es justo decirlo así? ¿Es Affleck culpable o se trata del mismo caso de Parker? Porque si ambos son inocentes, ¿por qué se celebra a uno y se condena al otro?

Personalmente no creo que el talento deba ser medido a partir de los escándalos del pasado. ¿Qué haríamos entonces con Roman Polanski o Woody Allen?

Parker escribió, dirigió y protagonizó “El nacimiento de una nación” ( 2016 ). Tras el escándalo, su filme desapareció del radar. (Foto: Bron Studios)

A PUERTAS DEL OSCAR

El caso de Casey Affleck nunca llegó a los tribunales. Los abogados de ambas partes llegaron a un acuerdo económico. Hay quienes ven esto como una gran oportunidad del actor para salir del caso. Otros prefieren pensar que Affleck fue víctima de una extorsión. A propósito de estos casos, escribe Raquel Piñeiro en “Vanity Fair” España: “A efectos legales, el actor es inocente. Pero también lo es Nate Parker, que salió absuelto, y la historia ha destrozado, por el momento, su carrera. Aunque las acusaciones sean de diferente gravedad, ambas cuentan con una serie de circunstancias que las hacen verídicas; existe una duda razonable, más allá de cualquier sentencia legal o acuerdo económico, sobre las mismas. Se llega así a una conclusión más peliaguda: que a nadie le ha importado que el acoso sexual de Affleck pudiera ser verdad porque no encaja en la narrativa que entre medios y opinión pública hemos construido sobre él”.

“La gente puede decir lo que quiera”, comentó Casey Affleck a la revista “Variety”. “A veces no importa lo que respondas. Supongo que la gente piensa que si eres conocido, es perfectamente válido decir lo que les dé la gana. No entiendo por qué es así. Pero no debería, porque todo el mundo tiene vidas y familias”.

Casey Affleck ganará el Oscar este año. Se lo merece. Su interpretación como Lee Chandler en “Manchester By the Sea” cubre todas las notas de sensibilidad. Es una de esas actuaciones que no podemos dejar de celebrar. En cuanto al detrás de cámaras… no somos detectives ni testigos, policías ni jueces. Lo que nos enfrenta a nuestro aspecto más humano.

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