Cinco años y medio después del final de “Al fondo hay sitio”, la serie ha vuelto. No importa que la hayas seguido semana a semana, de manera esporádica o, simplemente, no hayas visto nada. La presencia de esta historia en la conciencia nacional, sea por la publicidad de América TV o los comentarios en redes sociales garantizan que, al menos, sepas de qué va la trama y quiénes son los personajes principales.
En resumen, si has vivido en Perú la última década, ya conoces todo lo necesario para entender el primer episodio sin perderte nada.
Este retorno retoma la trama en la que Francesca Maldini, tras la pérdida de su hija, invitó a vivir con ella a los Gonzáles, quienes, en su mayoría, se han relajado entre las comodidades proporcionadas por su anfitriona.
¿Novedades? El hijo de Teresita, Richard Wilkinson Jr., parece tener una inteligencia superior; Charito se siente relegada al estar en una casa donde no tiene muchas cosas qué hacer; Joel (Erick Elera) extraña a Fernanda (con la cual nunca tuvo hijos) y Jaimito sufre una decepción amorosa. Los demás personajes se mantienen sin cambios.
Tras algunos incidentes donde los Gonzáles y Francesca Maldini reafirman que ahora son familia, una figura vestida de negro jura venganza. Se desconoce quién es, pero sí que está vinculada a Claudia Llanos, más conocida como “Mirada de tiburón”.
La crítica
En su primer episodio, “Al fondo hay sitio” temporada 9 presenta dos tonos, el cómico y el dramático, con escasos matices; esa es la propuesta. Hay personajes que funcionan mejor entre las risas, como Teresita (Magdyel Ugaz), Tito (László Kovács), Pepe (David Almandoz) y Joel (Erick Elera). Otros, en cambio, se mueven entre un registro y otro con facilidad, como es el caso de Francesca (Yvonne Frayssinet), Peter (Adolfo Chuiman) y Gilberto (Gustavo Bueno). Charito (Mónica Sánchez) es la necesaria voz de la razón, por lo que termina como el remate del chiste. Su personaje no está para bromas y es en la seriedad donde se maneja cómodamente.
La propuesta original de la serie fue el contraste de estilos de vida. Eso se mantiene parcialmente en la casa Maldini, donde, a pesar de haberse abierto a su “familia elegida”, Francesca todavía mantiene ciertos prejuicios. Además, con su dinero no tiene mayores problemas en ofrecer a sus huéspedes lujos de otra forma inalcanzables, lo cual colisiona con los valores de Charito. Pero lo mejor del episodio no ocurre en esa casa.
Los Gonzáles, expertos en saber divertirse, se la pasan muy bien en el matrimonio de una amiga de Francesca. Demasiado bien. Por momentos incluso cruzan el espacio personal de los demás invitados, en especial Teresita y el novio. Su cultura es la de la cercanía, de vivir al máximo sin pensar el qué dirán. Es entonces cuando Francesca muestra su nuevo yo, el de aceptar a los que ama sin prejuicios. O escasos prejuicios, por que de lo contrario ella no sería quien es.
Tales conflictos funcionan porque la serie ya está posicionada en la mente del espectador, el origen de los personajes es conocido. Pero el choque de niveles socioeconómicos, aun así, se siente escaso. La serie original tenía más antagonistas, como Miguel Ignacio, Francesca e incluso Ricolás. Yvonne Frayssinet hace bien su trabajo, pero los Gonzáles son un batallón. Hace falta más oposición, lo cual podría llegar en próximos episodios con la figura de negro que aparece por momentos y tiene algún vínculo con “Mirada de tiburón”.
¿Momentos bajos del episodio? La trama de Jaimito (Jorge Guerra), quien parece que heredará los líos románticos en los que estuvieron involucrados todos los personajes adolescentes de “De vuelta al barrio”. Su trama recién empieza, pero en este inicio no da motivos para esperar nada que no se haya visto. Tampoco aportó mucho la aparición de Pollo Gordo (Junior Silva), salvo para que Joel se burle de él.
No creo que vea los próximos episodios de “Al fondo hay sitio”, pero reconozco que tiene motivos suficientes para entretener, si no por la trama, sí por cómo plasma algo tan humano (y peruano) como el desprecio al prójimo; presente hoy con igual o más fuerza que en 2009, cuando empezó. Algunas cosas nunca cambian.
Pensamientos sueltos
- Fue una sorpresa ver a al hijo de Teresita, Junior, interesado en la bolsa de valores. Puedo imaginar una trama del niño convertido en un “cryptobro”. Allí hay algo interesante.
- Me sorprende que la serie haya hecho un retcon tan evidente con los gemelos de Joel y Fernanda. Que todo sea para prolongar el juego.
- Francesca Maldini sacando su dinero del Perú por la inestabilidad política es algo que el personaje, definitivamente, haría.
- Francesca se ve muy feliz. Llevar a los Gonzáles a su casa fue lo mejor que pudo haber hecho.
- Y Peter sigue enamorado de ella. Amigo, ahí no es.
- Gustavo Bueno confirma lo gran actor que es. La escena donde abraza a su nieto y lo consuela funciona más por él que por el guion.
- Tito y Pepe son definitivamente alcohólicos. Allí hay una trama a desarrollar.
- Ese cameo de Choca Mandros fue demasiado gratuito.
- A diferencia de Fernanda, no recuerdo que el episodio hay mencionado a Grace (Mayra Couto).
Calificación
3 estrellas de 5
Puedes ver nuevos episodios de la serie de lunes a viernes a las 8:30 P.M. por América TV y el servicio web América TV Go.