A la izquierda, imagen real del rescate de los rehenes de la residencia del embajador de Japón en 1997. A la derecha, imágenes de la serie que adaptó el hecho real, "Operación rescate" (2010).
A la izquierda, imagen real del rescate de los rehenes de la residencia del embajador de Japón en 1997. A la derecha, imágenes de la serie que adaptó el hecho real, "Operación rescate" (2010).
/ El Comercio/ Panamericana

El cine y la TV se han nutrido de las historias de la vida real desde sus inicios. Si hay personas, hay conflictos que funcionan en la pantalla y hacen que el espectador no cambie de canal, o que al menos tenga suficiente curiosidad como para comprar su entrada. Ese será el caso de la toma de la residencia del embajador de Japón Morihisa Aoki, ejercida por el grupo terrorista entre 1996 y 1997 y que terminó en un rescate donde murió un rehén, dos comandos rescatistas y todos los subversivos. Tal historia será llevada al cine en una coproducción de la peruana (“Magallanes”), la española El Deseo (“Extraña forma de vida”) y la argentina Infinity Film (”Argentina, 1985″).

El caso de los rehenes ya ha sido llevado antes a la ficción. “Operación rescate” (2010) de Panamericana contó en 24 episodios los pormenores del ataque desde el punto de vista militar y de los cautivos, dejando a un lado el tema político. Con nombres cambiados para evitarse problemas con los deudos, la serie contó con las actuaciones de Eduardo Cesti, Carlos Cano, Yidda Eslava; etc. Dirigió Aldo Salvini con producción de Jaime Carbajal y guiones de Mariana Silva y Bruno Ascenzo.

En la serie destacan dos actores ubicados en los extremos del espectro moral: Pold Gastello como el líder emerretista Iván Torres (basado en Néstor Cerpa) y Michael Finseth como el comandante Soler (basado en el comando Juan Valer). “Desde que me hablaron del proyecto me pareció muy interesante porque se trata de una operación que marcó un hecho importante dentro del servicio de inteligencia peruano”, contó Gastello a El Comercio en 2010.

“La idea, por ser un personaje histórico, era darle un matiz primero de padre de familia, luego de una persona que amara a su patria. Que tenga este vínculo con las FF.AA., esta conexión para poder entrar en el personaje, porque no solo fue un entrenamiento de texto, sino, táctico. Era la búsqueda de poder retratar a Juan Valer, conocido como ‘Chizito’”, dijo Finseth a El Comercio, en una entrevista donde recordó el papel que interpretó hace ya 13 años. Adicionalmente, el actor contactó con los amigos comandos de la persona real, para conocer cómo fue en vida el héroe. La serie está disponible en YouTube.

A la izquierda, Michael Finseth como Juan Valer. A la derecha, Pold Gastello como Néstor Cerpa.
A la izquierda, Michael Finseth como Juan Valer. A la derecha, Pold Gastello como Néstor Cerpa.
/ Panameric
Así opinó Fernando Vivas sobre la serie
Luces, edición impresa: 5 de mayo del 2010

Vi el primer capítulo de “Operación rescate” (Canal 5,9 p.m.), la serie sobre la crisis de los rehenes del MRTA y de la operación Chavín de Huántar que liberó a todos menos a uno. Lo que vi-el corto preámbulo de la asonada y esta misma con explosiones distractivas y armas en ristre en la casa del embajador japonés- el drama no pierde su equilibrio e inocencia política: está el fanatismo justiciero -Fold Gastello, en el papel de Néstor Cerpa, arenga a sus huestes con el grito “el fin justifica los medios” y un joven militante llama a su madre para despedirse, pues, sabe que se trata de una misión criminal y suicida-, y está el relajo de seguridad de guachimanes y agentes que en diciembre de 1996 ya se habían desacostumbrado al terrorismo.


Me temo que luego la serie perderá la inocencia: el productor Jaime Carbajal ha adelantado que el ‘poder’ solo aparecerá a través del hilo telefónico, casi abstraído, pero esta decisión delata más bien el temor para personificar a Fujimori y Montesinos y el polémico desenlace posrescate, con los subversivos muertos. Tampoco he visto aún a los comandos liberadores, musculosos y valerosos en los avances. Ellos van a ser el indicador de qué tanto la serie ha contado con la conformidad y el apoyo de las FF. AA. Y falta ver el trato que recibirán Alejandro Toledo, encarnado por Miguel Medina, y el cardenal Cipriani, interpretado por Luis Meneses.


Por ahora, puedo anotar que el director Aldo Salvini intenta disimular con detalles crispados (la fuente rota de una embarazada, la carrera de un par de periodistas hacia el lugar de la explosión, rostros cubiertos con pañuelos en lugar de pasamontañas) la modestia de recursos de producción.

La realidad que se impone

Más allá de la ficción e informes periodísticos, la toma y posterior rescate fue tratada al detalle por “Rehenes” (2017), documental dirigido por el uruguayo Federico Lemos, quien entrevistó a múltiples voces que, de un modo u otro, estuvieron involucrados con el caso, sean rehenes, mediadores, familiares de los subversivos y periodistas. De hecho, que hayan podido reunir a personas de lados tan diversos del espectro ideológico llama la atención.

Lo que se trató de hacer es un documental que muestre todo el panorama, porque ya habían documentales de este mismo tema, pero eran hechos por canal 7 cuando estaba Fujimori en el poder. Entonces era solo desde el punto de vista del Estado de ese momento. No nos parecían completos”, contó a este diario Melissa Cordero, la productora. “Teníamos que tener un poco de todas las voces, que sea ya el público el que saque sus propias conclusiones para que pueda haber algo más homogéneo”, añadió.

Cordero cuenta que les costó mucho conseguir las entrevistas por los temores de las fuentes, por la desconfianza; las barreras que cayeron conforme las fuentes entendieron el objetivo de la película. Además, considera que el ojo de una persona extranjera como Lemos ayudó a que el producto tenga una visión más global, además de que ayudó a que los entrevistados consideren que el proyecto no esté “tan sesgado”. “Si el director hubiese sido peruano, yo creo que hubiese sido un poco más complicado (el acceso)”, sostiene. El documental está disponible en Movistar Play.

Detrás de cámaras del documental "Rehenes" (2017).
Detrás de cámaras del documental "Rehenes" (2017).
/ Melissa Cordero

Basado (ligeramente) en hechos reales

Muy aparte de las ficciones que se acercan a los hechos o los documentales, hay al menos dos producciones que tomaron lo ocurrido para convertirlo en algo distinto. Ambas se encuentran en los extremos del espectro de calidad en todo sentido.

“Lima: breaking the silence” (2019). La toma de rehenes, pero tratada como una película serie B de Hollywood. Persecuciones, torturas y hasta un triángulo amoroso. Hay versiones ficcionadas de Vladimiro Montesinos y Alberto Fujimori. Con Joe Lara y Billy Drago.

“Bel Canto” (2018). La toma de rehenes ocurre en un país latinoamericano con dictadura militar, pero con evidentes paralelos con el Perú. El embajador y una cantante de ópera unidos por el cautiverio empiezan a entenderse. Con Julianne Moore y Ken Watanabe. En HBO Max.

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