Nada es más “X-Men” que tener al equipo enfrentando lo imposible en una carrera contra el tiempo. Si a eso se le suma una confrontación de ideales, una batalla que ocurre no con los puños, sino con las palabras, estamos ante un tipo de conflicto digno de estos mutantes. Eso fue el final de temporada de la serie animada que en solo pocas semanas ya es el tercer contenido más visto de Disney+.
Luego de remover el adamantium de los huesos de Wolverine (Cal Dodd), Magneto (Matthew Waterson) cae cuando Xavier invade su mente para revertir lo que le hizo al campo magnético de la Tierra, que por fin recuperó la energía eléctrica. Pero esto hizo también que los centinelas de Bastion (Theo James) vuelvan a funcionar, y el enemigo los usa para atacar a la humanidad, o como él dice, “salvarla de sí misma”.
La súbita (y breve) aparición de Jean Grey (Jennifer Hale) convertida en Phoenix desactiva a Bastion, pero no por mucho tiempo; el villano va al Asteroide M con el objetivo de derribarlo para destruir la Tierra. Para evitar este destino, el Gold Team lo sigue hacia el espacio y junto al Blue Team hacen lo posible para detenerlo. Justo cuando intentan dialogar con él, el presidente de Estados Unidos envía misiles contra la fortaleza de Magneto, cura que resulta peor que la enfermedad: ahora sí el asteroide va rumbo al planeta.
Los X-Men hacen lo posible por frenar la caída, pero solo Magneto, quien ha sido convencido por Charles Xavier (Ross Marquand) que todavía vale la pena creer en los ideales de juventud, consigue salvar a todos. De pronto, el asteroide desaparece. Seis meses después, nadie sabe aún qué ocurrió con el equipo. En realidad, un grupo está en el antiguo Egipto, y el otro en el futuro remoto. El sospechoso principal de este desorden es el mutante En-Sabar-Nuh, más conocido como Apocalypse.
Juntos contra todo
Uno podría decir que la existencia misma de “X-Men 97″ es una lucha contra el destino. Una serie que a casi tres décadas de su cancelación regresa, que contra todo pronóstico no solo convence a los que dudaban de su calidad, sino que se impone como algo mejor que la versión original. Eso es en el sentido extraficcional; dentro de la ficción, los ejemplos abundan: Madelyn Pryor en desafío a la programación de Mr. Sinister, Ororo Munroe contra su claustrofobia para ayudar a Forge, Roberto Da Costa acepta sus poderes mutantes a pesar de su madre discriminadora.
Esa consigna está presente en el final de temporada, sea en los héroes o en los llamados villanos. Magneto, que le declaró la guerra a la humanidad, tiene una extensa conversación con Charles Xavier que es en parte un recuerdo, donde estos dos hombres debaten lo que significa aceptar el pasado. Magneto, en un principio alguien que negó su identidad, termina años después por ostentarla con orgullo. Pero dentro de esa cantina que se inunda, se muestra como es en realidad: un hombre con miedos, atrapado por el recuerdo de su familia muerta en un campo de concentración alemán. Pero incluso Magneto, con toda su voluntad y dolido por lo que le hicieron, no puede oponerse a sus propios sentimientos, a su deseo de paz. Así, termina por aceptar la propuesta de Charles de luchar por proteger a su familia, los X-Men.
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Los X-Men, como conjunto, también lucharon contra su destino, pero de una forma heterodoxa. Primero combatieron a Bastion a puño limpio, lo molieron a palos; luego, al verlo ya sometido, le dieron una oportunidad para que él, representante del terrible futuro, esté de su lado. La propuesta no se concretó, pero muestra a los mutantes como un grupo valiente. Y hablando del grupo, este ofreció, momento tras otro, escenas de lucha notables que hablan bien no solo de ellos como personajes, sino del equipo de animación, que se esmeró en ofrecer lo mejor que tenían.
Pero luchar contra el destino no se hace solo con una pelea. La comunicación que establecen Scott Summers y Jean Grey para “despedirse” de su hijo Cable (Chris Potter) es prueba de ello. Cyclops sentía la culpa de no haberse podido despedir de su hijo, tal y como su padre no había hecho con él. Pero gracias al vínculo psíquico de Jean Grey lo consigue. Es una escena intensa que cierra una de las mayores tramas de la temporada, donde hijo y padres salen con una madurez emocional que no tenían antes de todo el entrevero.
Con todo eso, el final de temporada no podía ser más intenso de lo que fue. Un bombardeo visual y emotivo donde no todo se dice con palabras, sino que se sugiere. Y fiel a la saga, los personajes pasan de la sartén al fuego, enviados algunos al pasado y otros al futuro. Porque si no están en problemas, sino están marcados por la tragedia, no pueden llamarse “X-Men”.
Pensamientos sueltos
- Ross Marquand pone la voz de Apocalypse. El actor se hizo conocido por su trabajo como Aaron en “The Walking Dead”, y ha prestado varias voces al MCU, incluida la de Red Skull en “Avengers: Endgame”.
- Es curioso que el Black Panther de este universo sea T’Chaka, no T’Challa. Me gustaría saber qué hay detrás de esa decisión.
- Hubo diversos cameos a lo largo de todo el episodio: Peter Parker, Mary Jane, Flash Thompson, Alpha Flight, Cloak and Dagger, Daredevil, Iron Man, el Doctor Strange. Un festín para quienes vieron a estos personajes en las series animadas de los años 90.
- La trama del objeto que se acerca peligrosamente a la Tierra tiene similitudes con el clímax de la serie de cómics “Astonishing X-Men” (etapa Whedon-Cassaday). Si no la han leído, háganlo. Vale mucho la pena.
- ¿Se confirma el amor que Morph siente por Wolverine? Así parece luego de que se convirtiera en Jean Grey para reconfortar al mutante de las garras, herido en combate.
- “Las probabilidades puede que sean malas, pero las cartas siempre están a favor de los X-Men”. Rogue, quien ha integrado el espíritu de Gambito a su propia vida.
- Los diálogos entre Magneto y Charles habrán sido de “hermanos”, pero su lenguaje corporal mostró una cercanía distinta. A veces no hace falta mostrar, solo sugerir.
- En el muro de Forge aparecen varios mutantes: Kitty Pryde, Colossus, Magik. También están los hijos de Magneto, Wanda y Pietro Maximoff, que tienen la etiqueta “fuera del planeta”. Un misterio más para la próxima temporada.
- Y hablando de estos dos mutantes, ellos también aparecen, como siluetas, en la mente de Magneto. Y junto a ellos está la otra hija del personaje, Polaris.
- Considerando que hay pirámides en el futuro, y que parte del equipo fue enviado a Egipto, es casi seguro que Apocalypse está detrás de esta diáspora de mutantes.
- La escena de Apocalypse sosteniendo la carta de Gambit apunta a que podríamos ver el retorno del mutante muerto, esto como parte de uno de los “Jinetes del Apocalipsis”, tal y como se ve en los cómics.
- La Madre Askani que aparece en la serie es en realidad Rachel Summers, hija de Cyclops y Jean Grey. Le da voz Gates McFadden, quien fue la Doctora Crusher en “Star Trek: The Next Generation”.
- Hay tres mutantes cuyo paradero es desconocido al final de la serie: Wolverine, Morph y Storm.
- El vínculo de Charles y Magneto en el bar podría traer consecuencias. En el cómic, sus mentes crean al villano Onslaught.
- De momento no se confirma oficialmente, pero la segunda temporada de “X-Men 97″ ya está escrita. Es cuestión de tiempo para que Disney anuncie la renovación de la serie.
- Los escritores Beau DeMayo and Anthony Sellitti hicieron un gran trabajo con este final de temporada. Puede que el primero ya no sea parte del equipo creativo, pero no hay duda que dejó huella por su forma de entender a los mutantes en toda su extrañeza, pero sobre todo en su humanidad. Gracias a él, que supo caminar a hombros de gigantes, X-Men nunca ha sido tan relevante como ahora.
CALIFICACIÓN
5 ESTRELLAS DE 5
Puedes ver todos los episodios de “X-Men 97″ en Disney+.