“Westworld” ha vuelto este 2020 con un nuevo enfoque, pero con las mismas manías de siempre: establecer similitudes en cómo estos hijos de la humanidad que son los robots no solo se parecen a sus padres y viceversa; sino en cómo el original tiene conductas dignas de un autómata. A continuación, nuestra reseña del episodio 3x01 “Parce domine”.
Previamente en “Westworld”: Dolores (Evan Rachel Wood) escapa del parque de diversiones hacia el mundo humano, donde prepara un plan misterioso. Decenas de robots suben sus mentes al ‘Valley Beyond’; lo más cercano que tendrán al cielo. Bernard (Jeffrey Wright) vuelve a la vida gracias a Dolores, quien recrea su conciencia hasta el más mínimo detalle. Maeve (Thandie Newton) “muere”, pero los técnicos Felix y Sylvester parecen listos para rescatarla.
¿QUÉ ES LA VOLUNTAD?
“Free will is not free” (“El libre albedrío no es gratis”) es la frase que define la temporada 3 de “Westworld”, el concepto de que sin importar lo que hagamos seremos limitados y, a cambio, pagamos un precio. En el parque de diversiones los ‘anfitriones’ tenían una narrativa establecida, trátese de la eterna víctima Dolores o el manipulable Teddy Flood (James Marsden). Pero no solo los nacidos de una impresora 3D están definidos por sus ataduras.
Ya lo vimos en la temporada 2 con el Hombre de Negro (Ed Harris), cuya vida dentro y fuera del parque se está marcada por la destrucción de sus vínculos, ciclo del cual no puede escapar y que provoca la muerte a su hija. Esto se repite en “Parce domine” desde el punto de vista de Caleb (Aaron Paul), instalador de fibra óptica que busca mantener a su madre en un buen hospital y, para ganar dinero extra, se dedica al crimen.
Caleb despierta, va a trabajar, come su almuerzo, vuelve a casa, sale de nuevo, roba un cajero automático y repite el ciclo. Sazona esta narrativa su pasado como soldado o mercenario (para efectos prácticos una u otra cosa es lo mismo) que perdió a su compañero de armas en una misión; algo para explicar su permanente decaimiento. De momento, carece de la profundidad que tienen otros en esta historia.
Caleb sirve de paralelo a Dolores, pues lo presentan con los mismos planos donde voces (a veces la suya, a veces de alguien más) explican el contexto en conversaciones. Este narrador indirecto refuerza que, como si se tratara de un robot, Caleb tiene ciclos en eterna repetición. La otra función que cumple Caleb es mostrar el mundo “real” desde la perspectiva del trabajador “común”, pero solo hasta cierto punto. Para que la historia avance, Caleb no puede ser como cualquier otro y, como si se tratara de un personaje del videojuego “Grand Theft Auto” comete pequeños actos criminales que recibe de una app que podría ser descrita como el Uber del bajo mundo.
Uno de estos trabajitos lo pone cerca de Dolores Abernathy, pero ambos no se encuentran por ello. Mientras Dolores mata a unas cuantas personas, Caleb sigue su vida y ambos terminan en el mismo camino por casualidad. O tal vez no. Cosas del libre albedrío que yo no entiendo y tú tampoco.
LA RAÍZ DEL CAMBIO
¿Puede el ser humano modificar su conducta? Dependiendo de a quién le preguntes, la respuesta es distinta. La crianza te pudo haber forjado de algún modo, los genes de otro. Identificar las razones que te hacen actuar puede abrir una puerta al entendimiento de la mente humana. Quién sabe, tal vez hasta sea posible “hackearla”.
Bernard Lowe hackea su mente de manera literal.
Con la nueva vida que le proporciona Dolores, él vive en escape perpetuo de la acusación de ser autor intelectual de la masacre de Westworld. Mientras en el mundo real huye, en su mente es el perseguidor: al saberse robot y tener acceso a su programación, puede examinar los rincones de su centro de datos para corroborar si alguien lo está manipulando. También ejecuta un perfil de conducta ante el peligro: con solo pulsar un botón puede defenderse con violencia.
Con este ‘modo berserk’, Bernard se fuerza a actuar de una manera en la que no se comportaría en circunstancias normales. Pero esto no parece ser libre albedrío, pues a pesar de que él presiona el botón se trata de la modificación de la conducta mediante factores externos (se pone en piloto automático). Con esto Bernard hace algo que muchas personas no pueden: comportarse por voluntad propia como alguien diferente. El existente/ inexistente libre albedrío de su conducta es el dilema de “Westworld” en estado puro.
EL PLAN DE DOLORES
La sensación de no saber qué ocurre ha sido la marca de nacimiento de “Westworld”, donde los robots son siempre el eslabón más débil de la cadena; receptores del golpe del amo. Pero Dolores ya sabe demasiado, no parece haber secretos del parque que ella no conozca. Así, Dolores se ubica en una inusual posición de poder, la cual está más ligada a los villanos en esa u otra serie. Considerándose una nueva especie, se hace de dinero e información para explorar todo lo que puede en torno a Incite y Rehoboam.
Familiarízate con esos nombres. Incite es la compañía creadora de Rehoboam, inteligencia artificial que, en teoría, puede trazar un camino personalizado para cualquier persona en el mundo. ¿Dónde encajan aquí los intereses de Dolores? Habrá que esperar algunos episodios para saberlo. Eso sí, resulta evidente que un personaje que ha vivido bajo el control de otros durante toda su existencia no verá con buenos ojos una inteligencia artificial todopoderosa.
PENSAMIENTOS SUELTOS
- Maeve está en Warworld, parque inspirado en la Segunda Guerra Mundial. En estos tiempos de gobiernos despóticos, esta trama podría mostrar otra forma de lo que significa luchar por el “libre albedrío”.
- Hale (Tessa Thompson), que en realidad es una réplica creada por Dolores, está en la junta directiva detrás de Westworld. ¿Por qué Dolores necesita pasar a la acción cuando tiene a una aliada tan cerca de la boca del lobo?
- Bernard volverá a Westworld. ¿Qué otros secretos guarda el parque?
- Aaron Paul, cuyo método actoral lo lleva a meterse en extremo en la piel de sus personajes, no parece ser tan tridimensional como el rol que lo hizo famoso: Jesse Pinkman en “Breaking Bad”. Juzgarlo por solo un episodio es injusto, pero en honor a la verdad Caleb no es del todo memorable.
- El episodio basa su título (“Parce domine”) en un himno católico donde se le pide a Dios piedad. ¿Quién es Dios en Westworld? ¿Los humanos, los ‘anfitriones’, Rehoboam?
- Me da curiosidad la droga límbica (relacionada a la conducta humana) que los humanos utilizan en el futuro. Otra referencia al libre albedrío.
- Rehoboam (Roboam) fue un rey israelí hijo de Salomón. El imperfecto hijo del sabio.
- Bienvenido a las reseñas de “Westworld” temporada 3 de El Comercio. Puedes leerlas todos los lunes.
DATO
Puedes ver nuevos episodios de “Westworld” todos los domingos por la noche en HBO.
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