Plano de Aoi Todo ("Jujutsu Kaisen") animado por el peruano Yinxelh.
Plano de Aoi Todo ("Jujutsu Kaisen") animado por el peruano Yinxelh.
/ Mappa

Desde hace años los animes japoneses no se hacen solo en Japón. Desde todo el mundo, artistas independientes, los ‘freelancers’, trabajan en secuencias para completar el trabajo de los episodios. Pasa incluso con las series más aclamadas, como “” temporada 2 del estudio Mappa, que acaba de terminar, y “Frieren” de MadHouse, todavía en emisión; ambas tienen a un peruano entre sus animadores.

Se hace llamar Yinxelh. Así aparece en sus redes sociales y en créditos de los animes donde trabaja. Compartir su nombre real y rostro no está en sus planes; cómo culparlo, si los fans, que en redes sociales son generosos en sus alabanzas al trabajo de los animadores, con igual facilidad ejercen la ponzoña. Su primer contacto con el anime fue el cine. “Cuando estaba en la escuela siempre veía películas del estudio Ghibli, soy muy fan. Mi director favorito es Satoshi Kon (”Perfect Blue”). También veía “Dragon Ball” y eso, pero el cine me llamó la atención porque es una historia [completa] en solo unas horas”, contó en un Zoom a El Comercio. Su avatar es una imagen de Aoi Todo, extravagante personaje de “Jujutsu Kaisen” que animó y cuyo resultado final, ya coloreado, se emitió hace pocas semanas.

Empezó en la animación casi por casualidad. En el colegio le decían que sabía dibujar, pero eso no le interesaba pues lo suyo era la música; hoy reconoce los paralelos entre su primera pasión y su trabajo actual. “(Animar) se parece demasiado a la música. La coreografía de una escena en particular tiene un ritmo, un tiempo, igual que la música; por eso es que también me gusta”, dijo. Eventualmente subió sus dibujos a redes sociales y empezaron a pagarle por sus trazos, las “comisiones” que tienen los artistas para vivir; recibió pedidos de Francia, Estados Unidos, China. El 2020 llega la pandemia del Covid-19 y con ella tiempo libre, así que empezó a revisar libros y tutoriales de animación en internet, pues el dinero no le alcanzaba para pagarse una carrera afín.

Tras unos trabajos pequeños, entró a la animación japonesa. Lo contactaron por Instagram en abril del 2022 con un mensaje en japonés, idioma que él no habla. Por medio de un traductor, entendió el encargo y lo hizo. “El trabajo no fue el mejor, hasta tenía miedo de que me dijeran que no me iban a pagar. Me dijeron que estaba bien, pero ahora sé que estaba mal”, contó entre risas. Tras ello llegaron más trabajos. Animar solo una boca en movimiento le toma horas; las secuencias más complejas, días. Yinxelh prefiere enviar sus “cortes” (las escenas que debe animar) con anticipación; así tiene chance a que le corrijan los errores, a que aprenda.

Eso sí, el peruano destaca que el producto final de la animación no depende de una sola persona: “El anime es un trabajo en equipo. Nunca puedo darme el crédito de que “ah, yo hice todo esto”. Eso no pasa generalmente”. Así como los animadores 2D, hay artistas de fondos, artistas 3D, especialistas en coloreo, en efectos especiales, etc. Todos ellos responden al director del episodio, que es generalmente quien se encarga del storyboard del episodio (boceto de los encuadres) en base al guion.

¿Qué recomienda a los animadores novatos? “Para comenzar siempre es importante el dibujo, más que la anatomía [humana]. Yo aconsejo practicarlo, el dibujo académico. Hay que dibujar formas tridimensionales, que es lo fundamental; perspectiva y todo eso. Es una raíz, con eso puedes dibujar lo que quieras: anime, cartoon, realista”. Además no basta dibujar bien, sino interiorizar. Que al momento de hacer un trazo esto sea casi automático, como respirar, y para eso hay que practicar muchas horas. Yinxelh tiene proyectos para hacer animación en América Latina, pero aún es pronto para ejecutarlos. Aún le queda más por aprender.

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"Jujutsu Kaisen"

Basado en el manga del artista Gege Akutani, el anime "Jujutsu Kaisen" sigue a Yuji Itadori, adolescente que entra en contacto con una sociedad de hechiceros especializados en acabar con espítitus malditos, seres que surgen de las emociones de personas (que en su mayoría no pueden verlos). El joven, además, tiene que compartir cuerpo con Sukuna, la maldición más poderosa del mundo. En la imagen que acompaña este bloque aparece Mahito [animado por Yinxelh], una de las maldiciones más poderosas de la serie

"Jujutsu Kaisen"


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