Michaella McCollum es la protagonista de la docuserie “Confesiones de una mula en Ibiza”. (Foto: STR / AFP / Netflix)
Michaella McCollum es la protagonista de la docuserie “Confesiones de una mula en Ibiza”. (Foto: STR / AFP / Netflix)
Redacción EC

Imagina embarcarte en tu primer viaje fuera de tu país natal y terminar presa por tráfico de drogas. Esa es la historia de la joven irlandesa , quien en 2013 decidió emprender su primer viaje internacional a España; pero, en medio de la aventura, terminó en Perú y finalmente fue llevada presa por intentar transportar alrededor de 12 kilos de cocaína en su maleta cuando trataba de regresar a Europa.

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El canal BBC Three decidió convocar a la también modelo para contar su historia en la docuserie de cuatro episodios “High: Confesiones de una mula en Ibiza”. Durante más de media hora en cada capítulo, Michaella McCollum cuenta el paso a paso de lo que sucedió desde que salió de su casa en Irlanda hasta que consiguió su libertad en Perú.

Reconstrucción de los hechos

“Michaella McCollum (20), la joven irlandesa sospechosa de traficar cocaína en Perú, fue detenida con Melissa Reid, de Escocia, mientras abordaban un avión a España” es con la frase que inicia la docuserie “Confesiones de una mula en Ibiza”.

La serie se remonta al 24 de junio del 2013, día en el que Michaella llegó a la ciudad de Ibiza (España). En ese lugar es donde conocería a Davey, el hombre que la involucraría como ´mula´ en el mundo del narcotráfico. Según cuenta, en las fiestas de dicha isla lo que más se repartía era cocaína. Así que, en una de las ocasiones donde estaba drogada, el hombre le propone que haga un viaje para traer una pequeña cantidad de droga en su maleta desde Barcelona.

“Me estaba enamorando de Davey (…) Estaba drogada. Me pareció que sería increíble que alguien me diera mucho dinero. En esa época, no me tomaba nada en serio”

Michaella McCollum ´Mula´ detenida en Lima

Tras aceptar el trato, Davey no esperó mucho tiempo para embarcarla en el avión. “Era las cinco o seis de la mañana y se me acercó y me dijo: ´Tenemos que irnos ahora mismo´. Había olvidado nuestra charla. Estaba hecha un desastre. Él hacía parecer todo fácil”, agregó a su recuerdo de ese día en el que abandonó la isla española.

Ese mismo día llegaría a Mallorca, donde se encontraría con su compañera de ´aventura´, Melissa Reid. Ambas fueron llevadas a un departamento donde eran vigiladas por Julio. McCollum, según refiere, recibiría 5 mil libras por el trabajo.

Aunque, el sueño duró poco porque se enteraría que su verdadero destino no era Barcelona, sino Lima (Perú). “No pensé que quedaría tan lejos. Estaba feliz en la ignorancia”, aseguró. Al subir al avión, se dio cuenta que abandonaría Europa para trasladarse a Latinoamérica, situación que la aterró de sobremanera. Una vez aterrizó, la situación se agravó.

Representaciones de Melissa Reid y Michaella McCollum en una escena de "Confesiones de una mula en Ibiza". (Foto: Netflix)
Representaciones de Melissa Reid y Michaella McCollum en una escena de "Confesiones de una mula en Ibiza". (Foto: Netflix)

Cuando bajé del avión, estaba muy molesta por la situación. Nadie me entendía. Yo pedía indicaciones, y la gente se reía o me trataba mal (…) Tenía que tomar un vuelo a Cusco, tenía poco tiempo. Estaba aterrada. Pensé que iba a ir a la selva”, dijo McCollum.

Michaella y Melissa tuvieron que fingir ser turistas y se embarcaron en una aventura de más de siete días en la ciudad inca. “La gente que veíamos usaba ropa muy distinta. Sentía que había viajado al pasado. Estaba con Melissa y pregunté dónde estábamos. Le dije: ´¿Sabías que iba a ser así?´ Y me dijo que sí. Yo no entendía nada. ´¿Sabías que sería así? Estamos en Sudamérica. ¿Iremos a la selva?”, comentó Michaella.

Incertidumbre es lo que sentía la modelo durante todos esos días al no saber cuándo ni cómo recibiría la droga, aunque debía continuar con el tour por Cuzco e incluso llegó hasta Machu Picchu.

"Era una sensación extraña dejar tu vida en manos de otra persona sin saber si podías confiar en ella"

Michaella McCollum ´Mula´ irlandesa detenida en Perú

Durante uno de los viajes en bus, la irlandesa no soportó el estrés y confiesa que empezó a gritar. “Me saqué de quicio en el autobús delante de todos los pasajeros. No me importaba que me oyeran. No me importaba que se enteraran de que íbamos a hacer algo ilegal. Estaba tan enojada que perdí los estribos (…) Matteo me llamó y me tranquilizó”, comentó.

Maleta con drogas

Una vez que ambas regresan a Lima, Michaella acepta que no puede con la presión. Ya no podía fingir más. No podía hacer de cuenta de que todo estaba bien. Tenía que salir de esa situación. Contacté a Matteo. Le dije que no sabía si iba a funcionar. Le dije que no quería estar aquí y quería regresar a casa”, comentó.

Pasadas algunas horas, llegó una persona con los paquetes de droga hasta el lugar donde ellas se hospedaban. En la bolsa había alrededor de 12 kilos de cocaína. “Matteo fue muy estricto y dijo que sí o sí debía estar en el lado izquierdo de la maleta. Yo no entendía. Solo un paquete cabía en ese lado”, refirió.

Michaella y Melissa cumplieron con la tarea de empacar sus maletas; incluso no lograban cargarlas por las escaleras. “La gente se preguntaría qué estaría llevando. Fue algo extraño. Empecé a pensar que podía hacerlo. Estaba viviendo una fantasía. Él no dejaba de decir que sus amigos me iban a ayudar”.

Una vez en el aeropuerto, McCollum se dio cuenta de la gran cantidad de personal de seguridad. “Entré en pánico. Fui al baño porque quería estar sola. Quería pensar en lo que estaba haciendo. No estaba lista para despachar la maleta. Me quedé sentada ahí unos 20 minutos. No sabía qué hacer. En el fondo, sabía que no iba a funcionar. No quería irme. Quería quedarme ahí, cerrar los ojos y despertarme en la casa de mi mamá, precisó.

Juntó valentía para salir del baño y dirigirse a la fila para pasar su maleta. Todo parecía funcionar como lo planeado, pero fueron interceptadas por un policía. “Cuando me tocó, pensé: ´Ya está. Me descubrieron´”.

El juicio y la cárcel

En la detención, la Policía Nacional descubrió la gran cantidad de droga que intentaban llevar a España. Michaella McCollum refirió que tanto ella como Melissa confiaban en que era una inspección de rutina y podrían tomar su vuelo; sin embargo, al notar la actitud del personal antidrogas cayeron en cuenta que la situación era más compleja y entraron en pánico.

“Cuando analizaron la cocaína, recuerdo que el dispositivo o la cosa con la que la analizaron se puso azul. Y el tipo empezó a gritar: ´cocaína, cocaína´. Luego el lugar estalló. Me llevaron al otro lado del cuarto. Todo era una locura”, recuerda.

El hermano de McCollum llegó a Perú para seguir el caso y la familia contrató dos abogados. ¿Qué joven de 20 años se imagina pasar 15 años presa? Es muy difícil imaginarlo o siquiera pensarlo. La única forma de reducir la condena era cooperando. Eso significaba dar información sobre Davey, Matteo y otros”.

La coartada que tenían las mujeres al principio es que habían sido obligadas a transportar la droga, pero pronto esta se desvaneció y tuvieron que aceptar que estaban cumpliendo el rol de ´mulas´ porque les pagarían. Sabía que no sobreviviríamos 15 años en una cárcel peruana, así que decidí que debíamos darles algo. Les di algunos detalles para que lograran descifrar dónde quedaba el apartamento de Julio en Mallorca. Menos de los que sabía, claro. Pero los suficientes para demostrar que cooperaba”.

Fotografía real de la irlandesa Michaella McCollum durante el juicio en Lima. (Foto: CRIS BOURONCLE / AFP)
Fotografía real de la irlandesa Michaella McCollum durante el juicio en Lima. (Foto: CRIS BOURONCLE / AFP)
/ CRIS BOURONCLE

La sentencia que finalmente les dictaron fue de 6 años y 8 meses. Ellas estaban ´conformes´ hasta que descubrieron que serían recluidas en el Penal Ancón II. “Mi condena era de 344 semanas en una de las cárceles más duras de Perú. Todo el lugar era muy tóxico. La mayoría de gente era tóxica. Ancón II era tan caótico y ruidoso que parecía un zoológico. Parecía que estabas en un manicomio”.

¿Qué aprendió?

Con el pasar de los minutos, la docuserie se sumerge aún más en los pensamientos de la joven que pasó más de dos años en la cárcel. Y una de las mejores lecciones, según ella, que le dejó la cárcel es cambiarse a sí misma. “Aprender español era clave para comunicarme. Tenía un diccionario pequeño. Trataba de seguir lo que decían. Empezar a aprender español me encaminó a recuperar mi vida”, comentó.

Durante el tiempo en prisión, Michaella optó por invertir el tiempo en su propio salón de belleza. Además, se convirtió en la delegada de su pabellón. Gracias al dinero que ganaba por su trabajo, pagó una coima para adelantar su juicio. La otra opción era esperar alrededor de 16 meses. Y ella estaba decidida.

“Los sobornos y el papeleo costaban unos mil dólares. Era mucho dinero para un trabajo por el que alguien ya cobraba, pero sabía que así avanzaría todo, y era lo único que quería (…) Después de meses de espera y anhelo, me dieron una fecha de audiencia”

Michaella McCollum

En medio de la confusa audiencia, McCollum recibió su libertad y pudo reencontrarse con su familia. “Finalmente, abrieron la puerta. No sabía adónde se suponía que debía ir. Y me dijeron: ´Eres libre´. Era un día muy soleado y hermoso. Y había un largo sendero, así que caminé. Al pie de la colina vi a mi familia parada y corrí. Mi mamá me saludó primero y nos abrazamos unos diez minutos, como dos bichos raros”, concluyó.

El dato

“High: Confesiones de una mula en Ibiza” es una docuserie que se basa en las declaraciones de Michaella McCollum, una ´mula´ de drogas condenada por la justicia peruana. Algunas de las escenas incluidas en el proyecto han sido dramatizadas 

Detalles extras

Al final del último episodio de “High: Confesiones de una mula en Ibiza”, estrenado en 2021, la producción brinda algunos datos adicionales de la vida de Michaella McCollum. Aquí la lista:

  • Es madre de dos niños.
  • Ayudó a acelerar la audiencia de libertad condicional de Melissa Reid para que pueda regresar a casa con su familia.
  • Vive en Irlanda del Norte.
  • Estudia Comercio Internacional en la Universidad de Belfast.
  • Sigue siendo amiga de muchas de las ´mulas´ que conoció en la cárcel de Perú.

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