Toda esta temporada de “House of the Dragon” (“La casa del dragón”) ha hilado una narrativa sobre cumplir con el destino; esto por el lado de Rhaenyra Targaryen. En el episodio final, la idea se expande hacia otras tramas de manera orgánica. Porque ser parte del clan capaz de domar a bestias mágicas implica conocer su historia y estar, hasta cierto punto, dispuesto a vivir bajo lo que este legado implica.
Tras una negociación complicada, Tyland Lannister (Jefferson Hall) consigue una alianza con las Ciudades Libres para romper el bloqueo Velaryon a King’s Landing. Por su parte, lord Corlys (Steven Toussaint) se alista a supervisar a su flota personalmente, no sin antes tener una conversación incómoda con su hijo bastardo, Alyn de Hull (Abubakar Salim).
En Harrenhal Daemon Targaryen (Matt Smith) pasa revista a sus tropas. Y lo que parecía ser una ruta directa hacia la traición, cambia cuando Alys Rivers (Gayle Rankin) le presenta al príncipe una última visión, esta vez hacia el futuro lejano donde Daenerys Targaryen aparece como la única esperanza para salvar a Westeros del Rey de la Noche. Así, cuando Rhaenyra Targaryen (Emma D’Arcy) va a su encuentro, el príncipe acepta seguirla.
En King’s Landing la situación pinta mal cuando el regente Aemond Targaryen (Ewan Michell) fuerza a su hermana Helaena (Phia Saban) a montar al dragón Fuegoensueño, en un esfuerzo para combatir a las fuerzas enemigas. Ella no recibe bien el mandato, rehusándose. La madre de ambos, Alicent Hightower (Olivia Cooke), tiene su propio plan: tramar la rendición de la ciudad a beneficio de Rhaenyra, de modo que haya el menor derramamiento de sangre posible. Pide incluso que su hijo Aegon II (Tom Glynn-Carney) se salve, pero desconoce que él ha ya huido de la capital.
En Dragonstone Rhaenyra no promete dejar vivo al rey del bando Verde, pero permite irse a su examiga, quien al parecer cumplirá su promesa de dejar todo listo para la rendición. Rhaenyra, por su parte, tiene otros asuntos que atender, como las inevitables batallas en la Tierra de los Ríos y el comando de sus nuevos jinetes de dragón para acelerar el fin de la guerra.
Entre el destino y la libertad
La toma final de Rhaenyra esta temporada resume su estado mental. Se le ve pequeñita a la distancia. En primer plano está, en cambio, el estante de pergaminos, la representación de la historia. Ella, conocedora de su papel, quiere ser parte de esa historia. De ahí que rechazara años atrás la propuesta de Criston Cole de irse dejos. De ahí que hiciera lo mismo cuando Alicent le propone huir. El reclamo del trono que hace Rhaenyra es cumplir con el destino, pero también es un desafío a lo establecido, pues hay hombres poderosos que no la quieren como reina.
Pero dentro de todo, Rhaenyra se perfila como la única líder racional en este conflicto. Mientras Aemond se deja llevar por sus impulsos, ella comanda sobre sus propios sentimientos. Tal vez por eso mismo rechazó la propuesta de Alicent, una posibilidad que alimenta la teoría de que ambas fueron más que amigas en su juventud. La reina Verde, por su parte, representa todo lo que ocurre cuando sigues las órdenes en un juego donde no tienes posibilidades de ganar. ¿La crianza de sus hijos varones? Un fracaso. ¿Su rol como consejera? Despreciado. ¿Su felicidad? Inexistente. Solo cuando estuvo sola pudo contemplar la tranquilidad. Que haya ido hacia Rhaenyra con la propuesta es algo que se venía cocinando desde inicios de la temporada. Es consecuencia de la desidia de los hombres que la rodean, que consideraron la guerra antes que el buen juicio.
Alguien que también rechaza su destino como Targaryen es Helaena. Aemond le exige obediencia, pero ella se rehúsa frente a Alicent. También en privado muestra sus deseos de no matar a nadie a lomo de dragón. Es más, al rechazar este imperativo de sangre acepta uno distinto: es la primera vez que dice una profecía como tal, sin rodeos o frases que pueden interpretarse de múltiples formas.
El destino también juega hacia el futuro lejano. Daemon ya sabe que del linaje de Rhaenyra vendrá aquella que salvará a los Siete Reinos, Daenerys Targaryen, pero ignora que esta victoria no significará la sobrevivencia de su casa: Daenerys morirá y Jon Snow quedará exiliado más allá del Muro. Toda esta trama del destino los incluye solo como jugadores, pero no garantiza que su bando triunfe al final.
El episodio acaba con un montaje de tomas. Personajes de un lado hacia otro, cuyas tramas quedan pendientes justo antes de un mayor conflicto, como la esperada Batalla del Gaznate. Si bien esto podría deberse a que la serie tuvo que reducir sus episodios debido a las huelgas de guionistas y actores de Hollywood, HBO ha hecho un buen trabajo en hacer una serie con lo que tenía a la mano y ofrecer así un final calmado, que pensó en los personajes antes que en la acción. Ya habrá tiempo para las batallas. Y para la tragedia.
Pensamientos sueltos
- La traición de Alfred Broome, quien no quiere servir a una reina, pero sí a un rey, augura ser la primera de muchas.
- Hemos tenido el primer vistazo a Tessarion, la “reina azul”, dragona del príncipe Daeron Targaryen.
- Otto Hightower ha sido apresado. ¿Por los Beesbury? ¿Por Aemond, tal vez? Preguntas que deberían resolverse en la tercera temporada.
- El vínculo entre el rey Aegon y Larys Strong se fortalece cuando este último sugiere al rey la huida. Aegon, fiel a su personalidad, lo hace solo cuando contempla la posibilidad de ser aclamado en su eventual retorno.
- Que Aegon haya perdido la posibilidad de engendrar un heredero varón lo pone en la obligación de nombrar a su hija como heredera. Lo mismo que le pasó a su padre, Viserys, con Rhaenyra. Otra opción sería buscar a un bastardo suyo, que debe tener.
- “Mi dragón está muerto”, dice Aegon. En los libros, en cambio, Fuegosol sobrevive.
- Ulf el Blanco se perfila como un idiota total. Rhaenyra ha sido demasiado blanda con él.
- Extraña escena de Criston Cole (Fabien Frankel), mostrando vergüenza por sus actos.
- No esperaba ver a Tyland Lannister en el barro, humillado por alguien más. No necesitábamos esta escena, pero no ha estado mal.
- Primera vez en toda la esta saga televisiva que vemos a un Hombre Verde, con su cornamenta característica. Son protectores de los árboles sagrados.
- Muy intensa la conversación entre Alyn y Corlys. El primero lo odia, lo cual explica las miradas, el tono de todas las conversaciones entre ambos. Allí también hay una lucha contra el destino.
- Finalmente, mi ránking definitivo de los más odiados esta temporada: Puesto 1, Criston Cole; puesto 2, Aemond Targaryen; puesto 3, Larys Strong.
CALIFICACIÓN
4 ESTRELLAS DE UN TOTAL DE 5
Puedes ver todos los episodios de “House of the Dragon” en la plataforma Max.