Patty Bladell, interpretada por Debby Ryan, es una adolescente que como muchas ha tenido una relación complicada con la comida. Ella es la protagonista de la controversial serie “Insatiable”, que además, de ser una comedia de humor bastante ácido expone el caso de una joven con trastornos de conducta alimentaria. Conversamos con psicólogas y una nutricionista sobre esta problemática que aqueja a más de 300 mil peruanos.
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En la serie de Netflix, se relata la vida de Patty, una adolescente que fue obesa durante muchos años de su vida, y que al sufrir un accidente que lesiona su mandíbula no puede comer nada sólido durante meses. Esto hizo que bajara de peso, y cuando regresa al colegio se convierte en alguien “diferente”. Deja de ser el punto de burla de sus compañeros, e ingresa al grupo de las jóvenes más populares. Para ella, este hecho está relacionado a su nueva apariencia.
La adolescente participa en concursos de belleza, y cada vez que tiene una crisis de ansiedad, miedo o ataques de ira por las cosas que le ocurre, come grandes cantidades de comida ultraprocesada. Ella ingiere alimentos para llenar vacíos. Su entrenador para concursos de belleza se da cuenta que algo anda mal con ella, pues no es sano comer tanto y luego tener ayunos largos o pasar muchas horas en el gimnasio. Pero, ella no cree que esté enferma porque no “vomita”. Bladell cree que la bulimia solo significa comer y luego vomitar. No sabe que los atracones y las formas en las que se purga son parte de este amplio espectro.
Patty toca fondo cuando en uno de sus atracones de comida le roba donuts a niños con cáncer. Eso la hace tomar conciencia y buscar ayuda. Si bien esta serie de Netflix ha tenido muchas críticas y la han calificado como una ficción que rinde homenaje al físico, en la segunda temporada expone una problemática muy común en los adolescentes y jóvenes: los trastornos de conductas alimentarias.
Conversamos con especialistas sobre sus causas, síntomas y como prevenirlos.
En la serie, como se mencionó líneas arriba, Patty cree que no tiene ningún trastorno alimenticio porque no vomita, y esto es algo que muchas personas piensan, sin embargo, el “síndrome de atracón” forma parte de la bulimia y anorexia nerviosa. Estos trastornos de conducta alimentaria son patologías en las que una persona, mayoritariamente mujeres adolescentes, ponen excesiva atención en los alimentos y su peso corporal, y terminan realizando actos extremos cuando se trata de comer para evitar subir de peso.
Los trastornos de la alimentación más comunes son la bulimia y la anorexia.“Estas enfermedades van ligadas. Como tienen la culpa presente después de comer les hace vomitar, tener muchas horas de ayuno o hacer demasiadas horas de ejercicio. Estas son acciones purgativas porque piensan que tienen que compensar por todo lo que han comido”, explica la psicóloga Maria Elena Salinas-Bohórquez. “No por el hecho de no vomitar no tienen un problema. Es una relación insana con la comida”, agrega la especialista.
CAUSAS DE LOS TCA
Para la especialista Salinas-Bohórquez los trastornos de conductas alimentarias suelen ser por causas familiares. “Una familia rota. En lo que llamamos en la terapia sistémica: una familia caótica, en la que no existen límites o reglas, puede ocurrir este tipo de trastornos”, explica.
Además, indica que colinda entre los psicológico y social. “La publicidad y los medios al querer vendernos la figura del éxito como alguien delgado hace que muchos adolescentes piensen que si no logran esa imagen ‘perfecta’, no son nada. Si no hay un soporte familiar y baja autoestima, podría ser una víctima de los trastornos de conducta alimenticia”, agrega.
SEÑALES DE LOS TCA
La psicóloga Carolina Rospigliosi indica que no es lo mismo tener conductas aisladas que tener un trastorno de conducta alimentaria. “Las conductas como los atracones, ayunos largos y distrofia de la imagen personal deben ser frecuentes y en conjunto en un rango de tres meses para poder pensar que un trastorno de conducta alimentaria. Es mejor detectar el caso pronto y darle tratamiento”, indicó.
A continuación señales de alerta:
- A la hora de las comidas, ver si el adolescente no comió nada y tiene alimentos escondidos que luego ingerirá.
- Tener la imagen corporal distorsionada.
- Preocupación excesiva por su imagen corporal. Puede ser que para la persona tenga una apariencia normal pero ella no se siente cómoda en su piel.
- Sentir culpaba al comer.
- Tener comportamientos excesivos a la hora de comer como contar gramos o calorías.
- Se aísla del resto de las personas, no quiere comer o quiere comer un montón. No hay una buena relación con el alimento.
- Autoestima baja.
- La hora del almuerzo es una tortura.
- Realiza ejercicio excesivo (más de cuatro horas).
- Necesita la aprobación de otras personas.
- Tendencia a los atracones mínimo una vez a la semana.
PREVENCIÓN
Si bien los trastornos de conductas alimentarias son comunes en la adolescencia y juventud temprana, existen pautas que se pueden seguir para evitar caer en ellas. Las especialistas recomiendan:
- Debe haber una comunicación fluida sin juzgar y poniéndose en la sintonía del adolescente.
- Trabajar en incrementar el autoestima y en una buena relación con la comida. No es malo darse gustos a la hora de comer mientras eso no afecte nuestra salud. Lo importante es estar bien nutridos.
- No compararse jamás. Cada persona tiene sus propios temores y virtudes.
- No seguir los prototipos que vende la industria.
- Si hay síntomas, recibir acompañamiento terapéutico o asistir a un círculo de mujeres.
- Dejar de seguir en redes sociales marcas que incentiven los estereotipos. Enseñarles a los adolescentes a mejor optar por marcas en donde salgan todo tipo de cuerpos y géneros.
- Ponerle alto a los comentarios sexistas y a la ‘gordofobia’, pues inconscientemente nos afecta. Debemos educar si escuchamos algo malo en el exterior.
BUENA RELACIÓN CON LA COMIDA
Para la especialista en psicología aplicada en la dieta y nutricionista Mariel Vera, el síndrome del atracón es un problema silencioso y que está “socialmente aceptado” porque todos comemos alguna vez por ansiedad, sin embargo, esto se convierte en una patología cuando viene relacionada con la poca aceptación del cuerpo y el sentimiento de culpabilidad después de comer.
Vera da consejos para tener una buena relación con la comida:
- Conversar con alguien si sientes que se está saliendo de control, si no puedes comer tranquilo y con calma. Puedes acudir a un grupo de apoyo o con un psicólogo.
- Indicarle a las personas de tu entorno que no hagan comentarios sobre tu imagen si esto te hará sentir incómoda.
- Hacer algún tipo de deporte. Esto te ayudará a estar más estable. El estar mejor te ayudará a tener decisiones más positivas a la hora de alimentarte.
- Tener paciencia cuando estás recibiendo tratamiento o apoyo, porque este problema no se soluciona tan rápido. Tomará tiempo controlar tu ansiedad.
Si al leer este artículo, crees que tú o alguien que conoces podría tener algún espectro de los trastornos de conductas alimentarias, recuerda que puedes buscar ayuda profesional con un psicólogo o en un grupo de apoyo.