“Al igual que el crepúsculo que existe entre la luz y la sombra, hay en la mente una zona desconocida en la cual todo es posible; podría llamársele la dimensión de la imaginación, una dimensión desconocida en donde nacen sucesos y cosas extraordinarias como lo que ahora vamos a ver. ¿Que no es posible? Todo es posible en el reinado de la mente. Todo es posible en ‘La dimensión desconocida’”.
Pudo haber sido escrita por el padre del surrealismo, André Bretón, pero esa era la locución de un programa de TV de los años sesenta. El creador y guionista fue Rod Serling, quien para su serie contó con nombres de la talla del realizador Don Siegel, del escritor de ciencia ficción Ray Bradbury, o del músico Bernard Herrmann. Con apenas media hora de duración, el magisterio de algunos episodios podría haber maravillado a Borges o a Kafka.
Pero lo interesante de “La dimensión desconocida”, que llegó a tener 156 episodios a lo largo de cinco años (1959-1964) –luego habría otros relanzamientos menos afortunados en 1985 y el 2002, ya sin Serling–, es que más allá de sus guiones inventivos, lograba perturbar con cuestiones morales y existenciales que le daban un calado filosófico difícil de igualar en el formato fílmico para la televisión.
De hecho, “The Vast of Night”, la obra maestra de Andrew Patterson que comentamos la semana pasada, se concibe en parte como un homenaje a la serie de Serling. Pero Patterson no fue el único cineasta influenciado por la mítica serie. Otro mesmerizado fue el afroamericano Jordan Peele, uno de los renovadores del cine fantástico estadounidense, conocido por “Get Out” (2017) y “Nosotros” (“Us”, 2018).
No debe sorprender entonces que “Nosotros” se haya inspirado, por propia confesión de Peele, en ese prodigio fílmico que es “Mirror Image” (John Brahm, 1960), episodio veintiuno de la serie de Serling. En “Nosotros”, una familia afroamericana de clase media conoce un duplicado físico, exacto, de ella misma. La diferencia radicaba en que esos extraños y macabros “dobles” eran su versión pobre, indigente y excluida.
El paso lógico para Peele fue entonces acercarse más a la mítica serie de los sesenta; solo que ahora, y ya en la era del todopoderoso streaming, apropiándose de ella y dándole su sello personal. El relanzamiento de esta franquicia finalmente se produjo el año pasado, con diez capítulos supervisados y presentados por Peele, a la manera clásica en que lo hacía Serling, lo que incluye un colofón algo cáustico para cada episodio.
Pero ¿qué es lo que diferencia a Serling de Peele? Pues mucho. El blanco y negro, cierto minimalismo, y quizá una fuerza expresiva basada más en la sugerencia que en el despliegue de producción. No obstante, no se piense que Peele hace un burdo espectáculo. Al contrario, su versión, de gran colorido y montaje visual, acorde a los tiempos actuales, es también muy sofisticada y, sobre todo, muy política.
Cada uno de estos diez episodios tiene un componente sociopolítico muy fuerte no solo por sus historias –que tocan la inmigración, el racismo, el machismo, el populismo, el materialismo–, sino también por la elección multiétnica del elenco. Y es precisamente el episodio dedicado al racismo –donde, a pesar de que puede retroceder en el tiempo, una madre no logra impedir que un policía racista los acose– el más perturbador de todos. Esta nueva entrega de “La dimensión desconocida”, más que imitar a la original, tiene el logro de ser un decoroso homenaje y, a la vez, de encarnar los temas y obsesiones de su nuevo creador.
LA FICHA
Género: Misterio, ciencia ficción.
País: Estados Unidos, 2019.
Director: Jordan Peele (creador), Simon Kinberg (creador), Marco Ramírez (creador).
Actores: Taissa Farmiga, John Cho, Greg Kinnear, Kumail Nanjiani, Adam Scott.
Calificación: ★★★ 1/2.