Lori Loughlin: todo lo que perdió la actriz por el fraude universitario en USA

Lori Loughlin (Rebecca Donaldson en “Full House” y en su secuela, “Fuller House”) está envuelta en un enorme escándalo de corrupción en Estados Unidos. La actriz fue acusada en marzo de 2019, junto a otras 50 personas, de ser parte de una de las mayores conspiraciones para facilitar el ingreso fraudulento de hijos de padres con dinero a las universidades más prestigiosas del país, caso por el que no solo ha tenido que pagar una millonaria fianza, sino también dejar los programas de televisión en los que trabajaba.

Junto a Lori Loughlin fue acusada la actriz Felicity Huffman -quien cumplió una condena de 14 días en una prisión federal de California tras declararse culpable-, además de padres, empresarios y entrenadores, todos partícipes de esta estafa destapada por el FBI en una operación denominada ‘Varsity Blues’. Todos ellos enfrentan cargos por fraude y conspiración para lavado de dinero.

Según medios internacionales, Loughlin y su esposo, el diseñador de moda Mossimo Giannulli, habrían pagaron hasta US$ 500.000 para que sus hijas Olivia e Isabella fueran incluidas en el equipo de remo de la Universidad del Sur de California (USC) -a pesar de que ninguna practicaba dicho deporte- para poder ingresar al centro de estudios. La hija menor de la pareja (Bella) es actriz y la mayor (Olivia), influencer.

La actriz perdió mucho. Días después de que estalló el escándalo, Loughlin fue despedida del canal Hallmark: “Nos entristecen las noticias recientes sobre las acusaciones de admisión a la universidad”, manifestó la cadena de televisión cuando informó del retiro de su estrella.

"Ya no trabajamos con Lori Loughlin y detuvimos el desarrollo de todas las producciones que se transmiten en los canales de Crown Media Family Network con su participación, incluida 'Garage Sale Mysteries', una producción independiente de terceros", añadió la empresa en un comunicado.

La carrera de Loughlin ha estado profundamente ligada con Hallmark Channel. La actriz encabezó una serie de películas populares de Hallmark y era una de las principales imágenes del canal. Cuando estalló el caso se encontraba grabando la serie “When Calls the Heart”, en Canadá, pero como el juez encargado de su caso en Estados Unidos ordenó que entregara su pasaporte, se anticipaba su salida del show.

Si bien el canal Hallmark es la mayor pérdida de Loughlin tras el escándalo, la actriz también habría quedado fuera de la última temporada de “Fuller House”, sitcom exclusivo de Netflix, según reveló el portal de noticias TMZ en marzo.

“'Fuller House’ no está actualmente en producción. Lori es una estrella invitada y estuvo en las 4 temporadas anteriores y actualmente no hay planes para que regrese a la 5ta temporada”, afirmó una fuente de la producción.

CNN, por su parte, consultó a Netflix sobre el futuro laboral de la actriz en las producciones de la plataforma de streaming, pero la empresa evitó hacer comentarios al respecto.

De otro lado, la actriz y su esposo tuvieron que pagar un millón de dólares de fianza y dejar su lujosa casa como garantía de pago para salir en libertad. Eso sí, ambos han mantenido su inocencia y en respuesta, en octubre la oficina del Fiscal Federal del distrito de Massachusetts les sumó cargos de soborno. Es decir, si Loughlin es declarada culpable, podría recibir una condena mucho mayor a la de Huffman.

El fiscal Andrew Lelling, responsable de las investigaciones, señaló que los padres involucrados en el escándalo gastaron entre US$ 200 mil y US$ 6,5 millones para garantizar la admisión de sus hijos a distintas universidades.

"Por cada estudiante admitido mediante fraude, un estudiante honesto y verdaderamente talentoso fue rechazado", dijo Lelling.

Según el fiscal, hubo dos tipos de fraude que William Rick Singer, persona en el centro del plan, estaba vendiendo. “Uno fue hacer trampa en el SAT o ACT (exámenes de ingreso a la universidad), y el otro fue usar sus conexiones con entrenadores de la División I y sobornos para que los hijos de estos padres ingresaran a la escuela con credenciales atléticas falsas”, explicó.

Un total de 50 personas fueron acusadas en el caso. Entre los procesados están dos administradores de SAT / ACT, un supervisor de exámenes, nueve entrenadores en escuelas de élite, un administrador de la universidad y 33 padres, entre ellos las dos actrices Felicity Huffman y Lori Loughlin.

De acuerdo con los documentos judiciales obtenidos por el medio internacional ABC News, la actriz y su esposo "acordaron pagar sobornos por un total de US$ 500.000 a cambio de que sus dos hijas fueran designadas como reclutas para el equipo de la USC, pese a que no habían participado en la tripulación, lo que facilitó su admisión a dicha universidad”.

Si bien los entrenadores universitarios no deciden quién es aceptado en una universidad, estos sí recomiendan a la oficina de admisiones que algunos atletas reclutados sean aceptados.

Ser un atleta reclutado en un deporte de la División I es un “influyente muy poderoso” en el proceso de admisión, señaló Sara Harberson, experta en admisiones universitarias y exdecana de admisiones en Franklin & Marshall College de Estados Unidos.

Por eso, una segunda parte del plan de Singer fue sobornar a entrenadores universitarios y funcionarios de atletismo. A cambio, recomendarían a los oficiales de admisión que ciertos estudiantes fueran aceptados, incluso si el estudiante no practicaba el deporte y tenía credenciales atléticas falsas.

“Estuve sobornando a los entrenadores por un lugar. Y eso ocurrió con mucha frecuencia, su señoría”, dijo Singer en su manifestación ante la corte federal.

El caso de Lori Loughlin ilumina este aspecto del supuesto esquema. Como ya habíamos mencionado líneas arriba, la actriz y su esposo habrían pagado US$ 500.000 a cambio de que sus dos hijas fueran designadas como reclutas para el equipo de la Universidad del Sur de California.

Luego del supuesto pago, Singer ofreció sobornos a Donna Heinel, la directora atlética asociada de la USC, quien finalmente permitió que las hijas de la actriz y el diseñador de modas ingresen a la universidad como atletas reclutadas, según la demanda.

Después de enviar un correo electrónico a los estudiantes sobre el escándalo, la cuenta oficial de la USC en Twitter compartió un comunicado. “Somos conscientes de la investigación criminal de gran alcance en curso que involucra a universidades de todo el país, incluida la USC. La USC no ha sido acusada de ningún delito y continuará cooperando plenamente con la investigación del gobierno", se lee.