Michael Jordan fue alero de la universidad de North Carolina| Foto: AP
Michael Jordan fue alero de la universidad de North Carolina| Foto: AP

Los saltos temporales son la herramienta narrativa que utiliza “El último baile” () para contar cómo fue el último año de en los Chicago Bulls. El líder del equipo de basquet decidía retirarse de las canchas y con él, se desintegraba uno de los mejores equipos de la historia de ese deporte; pero la decisión, de ninguna manera, respondía al ocaso de su desempeño deportivo. Todo lo contrario: ese año lucharían por sumar otro título de la NBA.

Para narrar esa última temporada, “El último baile” muestra imágenes inéditas que se grabaron durante dicho periodo: a Jordan, Scottie Pippen, Dennis Rodman y al resto del equipo se les ve en giras, charlas, y otros momentos íntimos, que se suman a entrevistas actuales a ellos mismos y al equipo técnico que estuvo involucrado en el adiós, de quienes se aprovecha para hacer un breve perfil y contar cómo es que se formó la famosa escuadra. El uso de esos recursos da como resultado un relato épico, al que se suman –cómo no– jugadas de ensueño, malabares con el balón.

Porque si bien ahora todos reconocen a ese equipo de los Chicago Bulls como uno de los mejores de la historia, sus inicios fueron bastante difíciles. Era obvio que Michael Jordan era un diamante que se pulía con el transcurrir del tiempo, pero el equipo no daba la talla. Drogas, relajo y salidas nocturnas eran la ley de una escuadra mediocre. Con ellos, ni Jordan ni los empresarios dueños del club tenían futuro.

Hasta que decidieron tomar cartas en el asunto y dar inicio a un proceso que necesitó de varios años para tomar forma. La contratación de nuevos jugadores, de nuevos entrenadores daba resultados timoratos, aunque el equipo brillaba de rato en rato gracias a su estrella. Allí fue que el mundo conoció a Jordan, un muchacho flaco que hacía maravillas, magia, con la pelota, que se ponía el equipo al hombro y ganaba partidos él solo. Hasta que se chocó contra la pared de equipos con más jerarquía, quienes después de anularlo, daban la estocada a los Chicago Bulls.

El cambio llega en el cuarto episodio. Phil Jackson toma las riendas del equipo, le quita el balón de las manos a Jordan y lo distribuye por todos sus compañeros. Por fin, los Chicago Bulls juegan en equipo y logran su primer campeonato de la NBA. El camino de éxitos ya inició, pero el documental no dejará de recordar que la historia que quiere mostrar es la del fin, la de la temporada en la que Jackson –sabiendo que el sueño se ha terminado– implementa su plan "El último baile".

MESSI Y EL BARCELONA

Similar a “El último baile”, otro documental de Netflix se ocupa de uno de los equipos de fútbol más importante de la historia. “Matchday” tiene acceso privilegiado a los interiores del club Barcelona, e ingresa, incluso, a las casas de futbolistas como Lionel Messi, Luis Suárez o Gerard Piqué.

El tono que se maneja en esta docuserie narrada por John Malkovich es, sin embargo, más institucional. En esta historia no hay pasado que importe, sino lo único que se quiere mostrar es la actualidad de uno de los equipos más populares del mundo. Se ven los clásicos, se ven las riñas personales; se hace énfasis en las amistades de los jugadores, en su identificación con la institución; y otras cosas que hablan bien del Barcelona.

Y quizás por eso es que vuelve un registro muy largo y aburrido. Aquí no hay mejoría, no hay cambio. Los jugadores son casi impolutos (exceptuando el caso de Suárez y su mordida en un mundial).Tanto es así que uno de los capítulos, el séptimo, anuncia lo siguiente: “El Barca pierde los títulos de la Liga de Campeones y la Copa del Rey. Pocas veces el club enfrentó tal adversidad”, olvidándose que, hace 20 años, esa era la regla.

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