“Ahsoka” llegó a Disney+ y ya es mejor que la desgracia de “The Mandalorian” 3 | CRÍTICA

La recepción hacia Ahsoka por parte de los fans de “Star Wars” fue en principio de molestia. Un personaje nuevo insertado en la dinámica de Obi Wan Kenobi y Anakin Skywalker, cuyas historias jamás incluyeron a esta adolescente en las películas de acción real. Pero allí estaba ella en la película animada “The Clone Wars” (2008), se mantuvo en la serie del mismo nombre (2008-2020) y, ya convertida en un personaje favorito, también estuvo en “Star Wars: Rebels” (2014-2018).

Con la voz de Ashley Eckstein, Ahsoka pasó de ser una díscola discípula del Anakin a ser una jedi por derecho propio, crecimiento antes inédito en la saga “Star Wars” que, limitada por las películas, solo podía mostrar a los personajes en un corto lapso de sus vidas. Son estas series animadas las precursoras de las actuales, que tienen a “The Mandalorian” como punta de lanza y donde también apareció la jedi.

O mejor dicho, la exjedi. “The Clone Wars” estableció que Ahsoka estaba por el lado del libre pensamiento y no del dogma, por más luminoso que este sea. Aun así, esto no le impidió colaborar con la República para combatir al Lado Oscuro.

“La historia de Ahsoka, el camino que transitó y su crecimiento, refleja mi propio camino como realizador cinematográfico. Cuando yo estaba menos seguro y tenía menos confianza en mí mismo, las historias en las que ella participaba reflejaban eso y fueron llevadas a cabo de esa manera. Tuve mucho que aprender, y a medida que fui creciendo, las historias se volvieron más complejas, y los amigos con los que trabajo también crecieron muchísimo en sus respectivas áreas”, contó Dave Filoni, productor ejecutivo de la serie.

La trama gira alrededor de la reaparición del Gran Almirante Thrawn (Lars Mikkelsen), villano principal de la serie “Star Wars: Rebels”, a quien los remanentes del anterior régimen buscan para que los guíe ahora que ni el emperador Palpatine y su discípulo Darth Vader están en el panorama. La respuesta estará en Disney+ cada semana desde este 23 de agosto.

El Comercio vio los dos primeros episodios de “Ahsoka”, transmitidos la noche del martes último. En este inicio, la protagonista se reencuentra con sus compañeros de años anteriores, la mandaloriana Sabine Wren (Natasha Liu Bordizzo) y la revolucionaria convertida en general Hera Syndulla (Mary Elizabeth Winstead).

El episodio genera interés por los vínculos entre estos tres personajes, donde destacan las acciones de Wren, cuya actitud impredecible ofrece dinamismo, la impresión de que cualquier cosa puede ocurrir. En cambio, Ahsoka ofrece el rol del personaje equilibrado, que pone por delante la misión, en este caso encontrar al general Thrawn, lo que a su vez puede ser el camino a descubrir si el jedi Ezra Bridger, quien desapareció al final de “Star Wars: Rebels”, se encuentra vivo o no. En medio de ambas está Syndulla, quien hace las veces mediadora entre sus compañeras distanciadas.

Por el lado de los villanos, tanto Baylan Skoll (Ray Stevenson) como Shin Hati (Ivanna Sakhno) mantienen misterio y la impresión de ser amenazas a considerar, y hasta cierto punto eso ocurre con la Morgan Elsbeth (Diana Lee Inosanto), la “bruja” de rol clave para encontrar a Thrawn.

Hasta este momento, “Ahsoka” se deja ver al ofrecer momentos intensos y relaciones humanas en las que se insinúa más de lo que uno esperaría. Esta no es una de esas “películas de 10 horas”, como varios realizadores describen sus respectivas ficciones. Esta es una serie propiamente dicha que maneja las convenciones del formato y que valora el tiempo del espectador. Considerando lo problemáticas que fueron series como “The Book of Boba Fett”, insulsa, y “The Mandalorian” temporada 3, una desgracia, lo que ofrece “Ahsoka” es lo mínimo que merece el espectador. Por lo pronto, el resultado es positivo.

CALIFICACIÓN

4 estrellas de 5