"Súbete a mi moto" se concentra en los múltiples integrantes de Menudo a través de los años. Foto: Prime Video.
"Súbete a mi moto" se concentra en los múltiples integrantes de Menudo a través de los años. Foto: Prime Video.

Cuando supe que Prime Video estrenaría una serie sobre Menudo, la sensación adolescente latina de los 80s, pensé que se trataría de un intento de capitalizar el éxito de “Luis Miguel” en Netflix. Las similitudes no faltan, pues en ambos casos hablamos de artistas juveniles que consiguieron fama y, en el proceso, perdieron algo; sea inocencia, sea privacidad. “” es así, pero con suficientes diferencias como para hacerla una criatura única.

Mientras en “Luis Miguel” de Netflix la dinámica surge por la , “Súbete a mi moto” consigue conflicto gracias a Edgardo Díaz, representante de estrellas inconforme que busca algo nuevo para obtener éxito, con chicos muy jóvenes. De allí surge Menudo, cinco preadolescentes que, por definición, solo se quedarían en el grupo hasta que les cambie la voz o crezcan demasiado. Nombres van, nombres vienen, mientras es Edgardo el que permanece como el ‘final-boss’ de un videojuego donde no puedes ganar.

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Edgardo Díaz es interpretado en su juventud por Yamil Urena, quien ofrece una performance lo suficientemente creíble de alguien que ve a los niños como piezas desechables para conseguir su objetivo. En el presente, donde el rol pasa a manos del experimentado Braulio Castillo, no hay gran cambio en el personaje. Cero arrepentimiento, nada de esa perspectiva que te ofrecen los años, solo la confirmación de que todo lo acontecido en los años 70 y 80 fue producto de su tiempo y que él, más que un villano, está convencido de ser el héroe en su propia historia.

Pero Díaz no termina de ser un personaje tridimensional. En los 5 primeros episodios, los únicos recibidos por El Comercio para esta reseña, solo conocemos su faceta de capataz. Incluso su madre es otra herramienta para sus propósitos. ¿Por qué quiere el dinero, cómo se convirtió en alguien tan cínico? Nada de eso obtiene respuesta. Si Díaz no es una caricatura, esto es gracias a la performance de Urena, quien rara vez frunce el ceño y, con una sonrisa y voz calmada, puede tanto felicitarte como decir que ya no eres parte de Menudo.

Puede que esa sea la intención de los realizadores, tener en Díaz al cerebro y en Joselo (Sian Chiong), el corazón. Joselo hace de todo, desde diseñar vestuarios hasta hacer la coreografía de los integrantes del grupo e incluso darles apoyo emocional. Es la zanahoria al proverbial palo que representa Edgardo. Él sí tiene objetivos más claros, los cuales al avanzar la serie entran en colisión con la tiranía del mánager.

Yamil Urena caracterizado como Edgardo Díaz, mánager de Menudo. Foto: Prime Video.
Yamil Urena caracterizado como Edgardo Díaz, mánager de Menudo. Foto: Prime Video.

Con el motor prendido, solo falta poner el pie en el acelerador. Allí es donde entran en juego los chicos, siempre un colectivo y casi nunca individuos, pues llegan tan pronto como se van. El éxito de los chicos ataca ese deseo del espectador de ver cómo personas normales terminan en circunstancias excepcionales: la fantasía del poder, la fama y el dinero. El que sean menores y se vean envueltos en circunstancias perturbadoras (la escena del Congreso, lo ocurrido en Lima), por responsabilidad de los adultos, también hace referencia a otra realidad: crecer es doloroso y no siempre se aprende algo de cada golpe.

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Otra trama, puede que la menos trabajada, sea la del efecto de Menudo en las fans; donde una joven mexicana obsesionada con el grupo encuentra oposición en su madre y, décadas después, ella misma guarda un secreto relacionado a la agrupación. Mejor manejada, esta trama podría haber sido un comentario preciso sobre los extremos a los que pueden llegar las personas en su obsesión por una figura a la que idealizan; así como de la responsabilidad en aquellos que se saben influyentes.

En resumen, “Súbete a mi moto” es cumplidora y se deja ver. Su más grande aporte es redescubrir ritmos pegajosos y animados; más necesarios que nunca en estas épocas. Si te quedas pegado al ritmo de “Claridad”, nadie va a juzgarte. Sigue cantando.

DATO

Todos los episodios de “Súbete a mi moto” están disponibles en Prime video desde este viernes 9 de octubre.

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