La última película de Martin Scorsese, “The Irishman”, estrenó en Netflix en medio de una gran expectativa no solo por su propuesta, sino porque viene precedida por los comentarios que hizo el cineasta en torno a las películas de superhéroes de Marvel Studios.
Sumado a esto, “The Irishman” también cuenta con una gran producción que incluye técnicas de rejuvenecimiento –curiosamente una de las técnicas más usadas por Marvel- en su elenco principal (Robert de Niro, Al Pacino y Joe Pesci).
La diferencia es que para la cinta de Scorsese se utilizaron técnicas que no son usuales, porque De Niro no estaba dispuesto a ponerse marcadores en el rostro. Bajo esta premisa, se tuvo que crear un sistema propio.
De acuerdo a un reporte de Variety, el software empleado en la película fue desarrollado a lo largo de dos años, ya que, a falta de marcadores, debía funcionar solo teniendo como referencias la iluminación y las texturas.
Por si fuera poco, también se necesitó desarrollar un nuevo sistema de tres cámaras: una para el director y las otras dos como testigos con las que se pueda implementar tecnología infrarroja.
Pablo Helman, supervisor de efectos visuales de la película, aseguró que se trabajaron 1750 tomas con efectos, y aseguró que lo que se logró sentará precedente.
“El logro fue que le dimos a los actores la libertad de hacer lo que quisieran. Cada logro se mide en razón de lo que hará en la industria. Ya no aguanto a que los actores vean esto y digan: ‘¿Eso quiere decir que ya no tendré que usar 138 marcadores en mi cara?’”, señaló Helman.