“The Irishman” está disponible en Netflix desde el miércoles 27 de noviembre y cuenta con con reparto impresionante, conformado por Robert De Niro, Al Pacino, Joe Pesci, Anna Paquin, Bobby Cannavale, Harvey Keitel, Ray Romano y Stephen Graham. La película, dirigida por Martin Scorsese y escrita por Steven Zaillian, se basa en el libro ‘I Heard You Paint Houses’ de Charles Brandt.
La cinta, que suena como un fuerte candidato a los Premios Oscar, es una saga épica sobre el crimen organizado en USA durante la época de la postguerra, vista a través de los ojos del veterano de la Segunda Guerra Mundial, Frank Sheeran, un buscavidas y asesino a sueldo que trabajó junto a algunas de las figuras más notables del siglo XX.
A través de varias décadas, la película relata uno de los grandes misterios sin resolver de la historia americana, la desaparición del legendario presidente del Sindicato, Jimmy Hoffa, y ofrece un viaje a través de los entresijos del crimen organizado: su funcionamiento interno, rivalidades y conexiones con las principales corrientes políticas.
En varios momentos de “The Irishman”, el expresidente de la Hermandad internacional de camioneros, interpretado por Al Pacino, demuestra su preferencia por los helados. Una de esas escenas sirve para mostrar la buena relación que existía entre Hoffa y la hija de Frank Sheeran, Peggy.
En una entrevista con Entertainment Weekly Al Pacino explicó por qué su personaje tenía una fijación con el Sundae. El ganador del Oscar dijo que debido a su estilo de vida extremadamente saludable Jimmy necesitaba algún vicio físico.
"Tienes que tener algo. No bebía, no fumaba. Le gustaba su helado. El helado fue una pausa en su vida en la que podía pensar y simplemente sentarse con él, al menos, así lo pensé yo”, contó el actor de 79 años.
Asimismo, Al Pacino confesó no cansarse de los helados durante el rodaje de “The Irishman”. “Nunca me canso de los helados. Los amo demasiado. Creo que usaron algún tipo de yogurt. Pero preferí el helado”.
‘Slate’, revista que publicó un artículo titulado “The Lies of the Irishman” en el que ponía en duda las confesiones de Sheeran y el libro en el cual se basa la película, también busco referencias sobre Hoffa y los helados. En el libro de Charles Brandt se señala que a Hoffa le encantaban los helados, pero no se vuelve a mencionar en más biografías oficiales.
Sin embargo, un par de periódicos informaron que Hoffa "era el hombre más limpio que jamás haya vivido" pero "tenía la costumbre de llevar regularmente tanto a su familia como a sus socios de negocios a tomar un helado".
En la misma entrevista EW también le preguntó a Al Pacino sobre otra fijación que Jimmy Hoffa tiene en “The Irishman”: dejar la puerta entreabierta. Desde la primera vez que el sindicalista y Frank se quedan en la misma habitación, Jimmy insiste en dejar la puerta de la habitación abierta.
Este hábito, que, en un primer momento, Sheeran interpreta como una muestra de confianza, al final de la cinta es adoptado por el Irlandés.
Para Al Pacino se trata de “conexión. Creo que la conexión. Y la sensación de no estar encerrado”, explicó a medio antes mencionado.