En noviembre del 2021, El Comercio sorprendió al país con una exclusiva que desataría nostalgia y emoción: aún quedaban historias por contar en “Al fondo hay sitio”. La teleserie más exitosa de la televisión peruana regresaría a la pantalla chica tras seis años de ausencia, con una temporada tan esperada como arriesgada. Bajo la dirección de Gigio Aranda y con la producción general de Estela Redhead, este regreso prometía revivir la magia que cautivó a millones, pero con nuevos giros y desafíos que pondrían a prueba tanto a sus creadores y actores, como la fidelidad de los espectadores.
“Con Gigio le propusimos a América Televisión retomar ‘Al fondo hay sitio’ porque el público siempre pedía su regreso. Sabíamos que, con ‘De vuelta al barrio’ , no habíamos alcanzado el mismo éxito. El canal nos ayudó, y entonces decidimos convocar a todos los actores a una reunión virtual. No les dije para qué serie era, quería que fuera una sorpresa. Cuando se abrió la ventana y se dieron cuenta, fue un momento realmente emocionante”, recuerda Redhead.
“Tuvimos cerca de un 80% de aceptación. Algunos personajes importantes, como Grace, Nicolás o Fernanda De las Casas, no aceptaron volver, sin embargo decidimos seguir adelante y tomar esas ausencias como un reto. Nos arriesgamos, apostamos por una nueva etapa y asumimos la responsabilidad”, remarca.
Así fue como la residencial Las Lomas, demolida en el 2016 tras el final de la octava temporada de la serie, volvió a renacer. Esta vez, en los estudios de América TV en Pachacámac, entre la incredulidad y la emoción de los Maldini y los Gonzales, quienes vieron cómo su mundo, lleno de historias y recuerdos, cobraba vida una vez más.
“Cuando terminó la serie, nos invadió una sensación de incredulidad y sorpresa. Nunca imaginamos que tendría el éxito que alcanzaría. La segunda vez que viajamos a Ayacucho, después del estreno, no podíamos ni salir del hotel por la cantidad de personas que nos esperaban. Jamás pensamos que el impacto del programa sería tan abrumador”, comenta Rocha.
Con la llegada de nuevos talentos como María Grazia Gamarra, Karime Scander, Franco Pennano, Iván Queirolo, Paolo Goya, Guadalupe Farfán, Jorge Guerra, Rodrigo Barba y el retorno de Giovanni Ciccia, la serie tomó un nuevo impulso.
“Los actores nuevos funcionaron muy bien, y los de siempre han sido muy generosos y colaboradores, acogen muy bien a los que se suman al elenco”, detalla Estela, quien ha trabajado con su equipo durante 20 años. “Hemos crecido juntos, con aciertos y errores. Conozco a cada uno como si fueran mis hijos, sé de qué pie cojea cada quien, y eso hace todo más sencillo. Conozco las capacidades de cada miembro del equipo, y sin esa confianza no podríamos lograr grandes producciones, como organizar una boda en tan poco tiempo”, aclara con orgullo.
Así se produce la serie
Producir una serie tan popular como “Al Fondo Hay Sitio” es un desafío constante que exige organización, rapidez y mucha creatividad. El día comienza temprano para el equipo técnico y de actores, que arranca su jornada a las 7:00 a.m. de lunes a viernes.
“A veces, incluso se trabaja los sábados cuando es necesario generar material adicional. Generalmente en julio y diciembre tenemos una semana de descanso, pero fuera de eso, es un trabajo sin tregua”, comenta Estela, quien tiene la responsabilidad de asegurarse de que todo salga según lo planeado y que el presupuesto alcance.
El proceso de producción sigue un esquema bien definido. “Todo empieza con el guion. Una persona del equipo se encarga de hacer el desglose, usualmente con anticipación, y luego programamos el plan de rodaje. Nos envían una propuesta completa y, en la mañana, nos reunimos para coordinar si el vestuario ya tiene el disfraz, si el equipo de ubicaciones consiguió el lugar adecuado o si arte tiene listo el decorado del set”, detalla Estela. Este trabajo de “tira y jale” es fundamental para garantizar que cada episodio llegue a las pantallas.
“Mi responsabilidad es que el programa salga al aire y que respetemos el presupuesto. Hay actores a los que se les paga por día de grabación, así que nos piden que planeemos todas sus escenas en un solo bloque para maximizar su tiempo”, explica.
La escena de mayor presupuesto
En el mundo de la televisión, algunas escenas no solo exigen grandes esfuerzos de producción, sino también grandes inversiones. Estela recuerda con gran detalle uno de los momentos más costosos en la historia de la serie: el matrimonio de María Grazia (Macarena) y Mike Miller (Joaquín de Orbegoso).
“Nos costó bastante dinero porque se realizó en un lugar precioso”, explica Estela. “Los matrimonios en la serie siempre son caros, y este no fue la excepción. Tuvimos que cuidar cada detalle, desde el vestuario hasta la ambientación del lugar, y eso implica una inversión considerable”.
El proceso no fue fácil, ya que, a diferencia de años anteriores, los canjes publicitarios no cubren tanto como antes. “Ahora, si te aceptan un canje, solo es una parte. El resto lo cubrimos nosotros, y eso encarece todo aún más”, añade.
Pero no solo las bodas son complicadas en términos presupuestales. Las escenas navideñas también representan un reto. “La Navidad también nos cuesta mucho porque tenemos que decorar Las Lomas y las casas, especialmente la de los Maldini, que siempre requiere un toque especial”, comenta.
Escena viral
La muerte del malévolo Benjamín (Vasco Rodríguez) es una de las escenas más memorables de la serie, tanto por su tono inesperado como por la expectativa que generó en quienes la vieron. Redhead recuerda con una mezcla de asombro y humor cómo se desarrolló todo.
“Es una escena tan absurda que cuesta creer que sea ficción [Benjamín se distrae con un inesperado paso lunar de Michael Jackson, lo que permite que un francotirador lo elimine antes de que pueda cumplir su objetivo de asesinar a Yacson]”, comenta. “Creo que se viralizó y traspasó fronteras justamente por eso. Se grabó en el Salto del Fraile, un lugar que añade dramatismo a la situación, pero cuando ves el resultado final, es simplemente hilarante”, remarca. En esta escena participaron policías verdaderos y se utilizó un doble para el momento en que Benjamín cae al mar.
El trabajo de Estela no termina cuando se filma una escena; va más allá: hasta el momento en que el capítulo sale al aire. “Mi día no acaba al producir. Termina a las 9:30 p.m., cuando vemos con Gigio la serie en televisión. Porque una cosa es verla acá, en el set, y otra, muy distinta, verla al aire”, detalla.
Arrasó con el rating
Una de las escenas más impactantes de la novena temporada, que cautivó a la audiencia, fue el desgarrador momento en el que Diego Montalbán, interpretado magistralmente por Giovanni Ciccia, se enfrenta a su hijo Cristóbal (Franco Pennano). En esta poderosa secuencia, el personaje de Diego expresa una tormenta de emociones: ira, rencor y profunda desilusión, todo en cuestión de segundos.
“Él ha tenido escenas memorables, pero esa, cuando discute con su hijo y le pega, es una de las que hizo mayor rating. Es un actor generoso y talentoso”, expresa Rocha.
¿Salto al streaming?
Ante la posibilidad de que una nueva versión de Al fondo hay sitio llegue al streaming, como lo adelantó Fernando Muñiz, gerente general de América TV, tanto Estela como Christian se mostraron complacidos.
“Me encanta la idea porque nosotros tenemos que explorar nuevas plataformas de negocio, no solo la televisión abierta. Si llegamos al streaming, sería una felicidad absoluta, y lo mismo si se hace una película”, detalla Estela. Christian añade: “Sería un sueño hecho realidad, solo tendríamos que adaptar la serie al mercado global”.
"Si llegamos al streaming, sería una felicidad absoluta"
Estela Redhead
Detrás de la ficción
Acostumbrados a tejer grandes historias de amor en la ficción, Estela Redhead y Gigio Aranda, director y guionista de Al Fondo Hay Sitio , viven su propio romance fuera de las cámaras. Esposos desde hace 24 años, están a punto de celebrar sus bodas de plata, un hito que llena de emoción a Estela al recordar cómo se conocieron y enamoraron.
“Lo conocí cuando trabajaba en ‘Risas y salsa’. Él estaba en la oficina frente a la mía, en un programa musical con Humberto Polar. Cuando lo vi, pensé: ‘Ese chatito me gusta’. No sé si fue amor a primera vista, pero fui yo quien dio el primer paso (ríe): pedí que me lo presentaran”, recuerda.
“Después coincidimos en la Teletón, en la esquina de la televisión, y también en el cumpleaños de un amigo suyo. Ese día, me sacó a bailar y me propuso salir la semana siguiente. Pero, un día antes de la cita, él se fue con sus amigos a la Hacienda San José a celebrar el Día de la Canción Criolla. ¡Me dio una rabia tremenda! (ríe). Aun así, nuestra primera salida fue memorable. Yo era una chica de parroquia, había hecho muchos retiros espirituales, y él detestaba todo eso. Pero, a pesar de nuestras diferencias, fue una noche inolvidable. Nadie apostaba por nuestra relación, yo era más recatada y él, siempre desaliñado con sus zapatos Caterpillar. Pero, mira dónde estamos ahora: el próximo año cumplimos 25 años juntos y felices”, subraya Estela con una gran sonrisa.