Se conocieron en el programa de televisión al que fueron invitados, el de Mirtha Legrand, pero el romance empezó, ya después, como el de muchas parejas hoy: siguiéndose por Instagram. Él, un político mediático; ella, una imitadora. He was an “Alguien tiene que decirlo” boy, she was a “Showmatch” girl. Y de estas diferencias, surgió algo; amor, tal vez.
Lo real es que Javier Milei y María Eugenia Florez, alias ‘Fátima Florez’, son la pareja más poderosa de Argentina, él como presidente, ella como su novia. ¿Primera Dama? No están casados, pero podría llamársele así. No es funcionaria pública, pero tiene a su disposición recursos del Estado para su protección y movilización. Y en la práctica, se espera de ella cierta conducta al representar a Argentina.
Si hablamos en estas páginas de alguien ligado a la política es porque Fátima Flórez no siempre estuvo en ese ámbito. Sus afinidades con el entretenimiento la llevaron a Perú a buscar fortuna, como hicieron Christian Thorsen, Marcelo Oxenford, Laura Borlini, entre otros de sus compatriotas. Lo que halló fue una relación de pareja y matrimonio con el productor peruano Norberto Marcos, con el que estuvo unida aproximadamente 21 años hasta su separación. Tienen pendiente el divorcio, pero de acuerdo al hombre llevan semanas si hablar por influencia de terceras personas. Él asegura que la quiere mucho.
"Los viejos tienen que tener la jubilación que se merecen porque se rompieron el traste"
Del paso de Fátima Flórez por el Perú solo queda como huella un sketch de “Risas de América” subido a YouTube donde un jefe, interpretado por Arturo Álvarez, aparece tenso, preocupado por un informe que debe presentar. Ante el problema, sus subordinados, Carlos Vílchez y Martín Farfán, le proponen “relajarse” con una argentina. La naturaleza de la cita no se explicita, pero hay suficientes indicios, incluyendo un gesto de cabalgata hecho por Vílchez, para que el espectador entienda todo. Ella entra a escena a ritmo del “Toma que toma”, bailando; como “una caballota”, la describen los hombres.
“Participó en una temporada breve en ‘Risas de América’ en los distintos sketches en las cuales yo también estuve. Era una mujer muy, muy prolija, con una voluntad tremenda de aportar a nivel artístico porque se notaba, a ojo de buen cubero, que tenía vena artística y lo vimos a la primera”, contó a El Comercio Álvarez sobre Florez.
El humorista recordó también que ella participó en una temporada en el teatro Canout. Ella y el productor estuvieron “pateando latas” antes de llegar al programa de TV, dijo al diario Trome el exproductor del espacio, José Luis Aguilar.
Sobre su exmarido, Florez llegó a llamarlo “mi inventor”, en referencia a todo lo que él significó para forjar su carrera y a la que ella llamó su primer novio. Estuvieron juntos desde que ella tenía 19 años, en las buenas, como cuando se fueron de viaje a Egipto y Dubái; y en las malas, como lo prueba la amenaza de infarto que tuvo el peruano.
Flórez dice ahora que no se mete en política, pero no siempre fue así. Como imitadora, un trabajo que ha llevado a cabo por años, estaba al tanto de los acontecimientos en los poderes del estado, incluso a la expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner en uno de sus personajes. Asimismo, tuvo una opinión sobre la población adulta mayor y los beneficios que merece.
“Los viejos tienen que tener la jubilación que se merecen porque se rompieron el traste. Y no es justo que no tengan para comprarse un remedio. Los últimos años de la vida tienen que ser gloriosos para los jubilados”, contó en 2018 en una entrevista con Perfil, donde también abogó por el derecho al trabajo.
Con sus diferencias, el caso de Fátima Florez recuerda al de Eva Perón, exprimera dama argentina que también fue actriz. Pero en ese caso se desarrolló en torno a la mujer un culto a la personalidad. Si eso ocurrirá o no en el caso de Flórez, quedan cuatro años para saberlo.