Sonia del Águila

La muerte es solo una circunstancia, no busco hacerla épica. Al irme, solo diré: ‘Chau’ y cerraré los ojos”, afirmó Rodolfo Carrión, y así se despidió. Con la misma fortaleza con la que superó otros grandes obstáculos en su vida, se enfrentó al cáncer de pulmón. A pesar de los embates de la dolorosa enfermedad, nunca dejó de sonreír, agradecer, leer, ni de enseñar. La docencia, una de sus más grandes pasiones la ejerció hasta el último momento.

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