"Al fondo hay sitio": la historia detrás de la canción final

La música siempre fue un elemento importante en la trama de "Al fondo hay sitio": las principales historias de la serie iban acompañadas de una canción particular y, por ello, el capítulo final no podía quedar libre de este matiz sonoro.

El desenlace precisaba de una canción que pudiera condensar todas las emociones propias de un adiós y, más aún, sintetizar una trama que tuvo tantas etapas.

Juan Carlos Fernández, productor musical de América TV y autor de varios de los hits de la serie ("Mi chamaquita", "Linda wawita", el tema central de la ficción) escribió con esa consigna "Nostalgia", la canción que se escuchaba cuando, tras la destrucción de la casa de los Gonzales, se inició un repaso por algunos momentos claves de la historia.

"La idea de esta canción era básicamente llevar un mensaje positivo: que el dinero, la plata, no te da la felicidad. La familia Gonzales tuvo altibajos económicos y mil problemas, pero siempre estaba unida. Los Maldini, en cambio, teniendo supuestamente todo, ve cómo Francesca se queda totalmente sola", indicó el músico, que encontró inspiración en una serie clásica de habla hispana: "El chavo del ocho".

"Y esa era la idea: ponerle sonido a estas partes que hablaban sobre ello. Era bien tranca lograrlo. Me inspiré, de alguna manera, en "Buenas noches, vecindad", el tema de 'El chavo en Acapulco'. Por eso es un 'Adiós, Las Lomas'", explicó Juan Carlos Fernández.

El productor musical contó que, debido al poco tiempo que se disponía para grabar el final, tuvo que escribir el tema con premura. "La canción se tuvo que hacer en 5 minutos, porque todos los capítulos se hacen para el día. Se graban hoy, salen hoy", relató Fernández que consideró que estos siete años escribiendo música para "Al fondo hay sitio" fueron aleccionadores. 

"Ha sido un adiestramiento para todos los proyectos que vienen ahora. Hemos dejado la valla bien alta. La serie ha sido un entrenamiento imparable, además, la reacción de las personas ante lo que hacíamos nos permitía un feedback: saber qué gustaba y qué no", indicó Fernández.