Jaime Bayly dice que jornada electoral "fue un día fatal"
Jaime Bayly dice que jornada electoral "fue un día fatal"

Una verdadera odisea vivió el domingo al intentar votar en las elecciones peruanas realizadas en Miami, Estados Unidos. El periodista contó en la edición del lunes de su programa en Mega TV --que puede verse en este clip de -- que la pasó realmente mal junto a su pareja, Silvia Núñez del Arco.

"Fui. Cuando salí de casa a las 2 de la tarde estaba contento pero llegué una hora y media después a la feria en Kendall, lejísimos, en el quinto infierno. Sorteando toda clase de congestiones vehiculares, accidentes, llegadas de balseros a Key Biscayne. Llegamos casi corriendo, sofocados, exhaustos. Había un calor sofocante, opresivo, insoportable. Transpirábamos. Nos atacó un perro. Todo me indicaba claramente que sería un día contrariado. Las señales del destino me decían que iba a ser un día fatal", inició.

"Alcancé a votar a las diez para las cuatro. Había un cordón policial que parecía eso la sede del Estado Islámico. Voté por Keiko, todos lo saben. No había razón para cambiar de caballo a mitad del río, pero los partidarios de Kuczynski me sujetaban, me impedían llegar a mi mesa de votación. 'Agárralo a Jaime para que no vote por Keiko' y me sujetaban entre tres, y yo que tengo la fortaleza de una gaviota era presa fácil de mis enemigos políticos. Casi no alcanzo a votar. Todos hicieron escarnio de mí, de mi gordura, de mi peinado, de mi voto indefendible por la señora Keiko", continuó según puede verse en este clip de YouTube.

"Luego vino el asalto. Eso es un asalto, una violación. Yo me sentí ultrajado. Vienen de a pocos, te van cercando, te van acorralando, pidiendo una foto por aquí, te jalan un brazo por allá. Ves que no hay escapatoria y de pronto hay decenas de personas. Te meten la mano por atrás, agarras la cartera, el reloj, es la locura, es el fin del mundo", añadió Jaime Bayly.

Finalmente, el escritor se quejó porque su esposa, Silvia Núñez del Arco, también se vio afectada en este recorrido.

"Estaba por ahí mi esposa y había un montón de apandillados, pirañas, que se aprovechan, se friccionan y se soban con ella. Yo viendo todo eso y pensando que jamás votaré de nuevo--aunque uno se olvida luego de esto y quizás dentro de cinco años estaré yendo a votar como un viejito gagá--. Salimos y manejé como un energúmeno para ver el flash. Silvia me dijo que ella podía contarme todo por Internet pero yo en eso soy de una generación muy anterior", concluyó en su relato según se ve en este clip de YouTube.


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