Yola Polastri en la cima de su carrera: así era el día a día de “La Chica de la Tele” en 1985

Descubrió el talento de decenas de niños, varios de los cuales desarrollaron una carrera pública. Estableció las bases del programa infantil peruano, inspirando éxitos de los años 90 como “Nubeluz” y “Karina y Timoteo”. Llenó al Estadio Nacional con su show en 1987, una presentación para los niños más humildes de la ciudad, en palabras de la artista. Incluso después de que su programa saliera del aire siguió con su cruzada de llevar alegría a los niños. Y también a los adultos que vieron su programa cuando fueran niños. Lo que se dice, un show para toda la familia.

¿Pero cómo era Yola en su momento más popular? ¿Qué opinaba sobre el estado de la niñez? ¿Era consciente de su propia influencia sobre los espectadores? A propósito del fallecimiento de la presentadora de televisión, guionista, coreógrafa y cantante El Comercio comparte una entrevista que ella ofreció a este diario en agosto de 1985, trece años después de su debut televisivo y cuando ya era una institución en la televisión peruana. Quién mejor que ella para hablar de su legado.

Publicado originalmente el 17 de agosto de 1985 en El Comercio (sección B).

Para la mayoría de los niños el domingo no es domingo si no está presente en sus pequeñas pantallas Yola Polastri. Pero, dentro de poco, todos los días serán feriados para ellos, porque el programa de Yola Polastri volverá a transmitirse diariamente por América Televisión.

―¿A qué se debe que “Hola Yola” dure tantos años?

Es una pregunta que a veces yo misma me hago y no tengo una respuesta. Quizá se nace para hacer un trabajo y uno lo lleva siempre consigo. Para mí es fácil sentarme con una pluma, un papel en blanco y poder desarrollar mil ideas, realizarlas y recibir niños que tienen condiciones artísticas y orientarlos.

También los trece años que llevo trabajando con niños han servido, lógicamente, para poder ampliar mis conocimientos, visitar diferentes países de América y Europa. Por eso no tenemos un programa igual, ni el nuestro es igual a otro, aunque pueden ser similares en el sentido que todos son dirigidos a los niños y hay ciertas pautas, pero no en lo que a calidad de producción se refiere’.

―Pero, ¿qué significa para Yola el mundo de los niños?

Es algo realmente maravilloso, creo que no hay nada que se pueda comparar a él. Es, como bien se denomina, un mundo. Un mundo donde hay mucho por conocer y más hermoso aún todavía, por enseñar, por educar, por orientar, por recrear, por guiar...

―¿Cómo es la vida de Yola Polastri?

La semana empieza el lunes en un escritorio, donde tenemos que ver la parte que mantiene el programa, la comercial, que gracias a ella se puede mejorar la producción. Se planea luego las visitas que se va a realizar y se pautea todo lo que se va a escribir en los libretos, con todos los asistentes. Ya en la noche, yo me dedico a crear los libretos.

Al día siguiente se realizan las invitaciones donde van a ir los mini reporteros para las entrevistas respectivas de nuestro Americanito, que cubre el mundo infantil en su propio terreno, lo que considero [que] es muy importante. La coreografía con luces y colores se graba posteriormente.

Hago la producción, que es la idea del programa y pasada a un libreto, este se entrega a los niños y ellos hacen una lectura para memorizarlo para el día siguiente, aunque hay algunos que son muy pequeños y no saben aún leer. El miércoles se hace la dirección artística, el jueves se graba, viernes y sábado se edita y el domingo a la una sale al aire.

―¿Hay detalles adicionales?

La coreografía, los bailes y desplazamientos, los diseños de los trajes como Mis Muñecas, las Burbujitas, componer canciones, realizar discos, tenemos diecisiete. Como ves, es un mundo muy grande y no es que quiera abarcarlo todo, pero me dedico el día entero a este solo trabajo y hay niños maravillosos, con talento, y muchos de ellos ya son artistas internacionales, cantantes y actores, es un verdadero taller artístico donde se encuentran todos los géneros para el futuro.

―Niños artistas, ¿desde qué edad?

Los jardines de infancia son la base fundamental para su desarrollo. Ahí se les enseña a cantar, pintar, a diferenciar los colores, hacer mímicas, poesía, danza. En cuanto a la edad, hay nidos donde se prepara a los niños desde que tienen un año, lo vi en Filadeldia y comprobé el desarrollo que obtienen empezando a esa edad. Yo tengo niños que comenzaron conmigo desde el primer año, así es como los prefiero.

―¿Está bien orientada la niñez en el Perú?

Dentro de lo que es nuestra realidad de país subdesarrollado, tenemos gente bien preparada que se dedica a ellos y siempre se trabaja con la esperanza de poder avanzar y llegar a todos. Yo por medio de la televisión trato de ayudar en este sentido y me hace feliz saber que ellos pueden apreciar un buen programa infantil.