Lizzy Cantú: No todo es rosado en las campañas contra el cáncer
Lizzy Cantú: No todo es rosado en las campañas contra el cáncer
Lizzy Cantú


En una de las más recientes publicaciones de , el sitio web de la actriz Gwyneth Paltrow, se recomienda dejar de usar sostén como una medida para prevenir el cáncer de seno

Paltrow ha recibido críticas, pues los estudios que cita su página han sido desacreditados varias veces. La teoría de que un brasier con aros de metal perjudica el sistema linfático, y provoca la aparición de tumores, se sabe ahora, ha sido descartada. 

Pero el caso sí es sintomático del pánico que nos angustia por estos días. Vivimos en una era en la que no solo es cancerígeno el humo del tabaco y el asbesto (razón por la cual tuvimos que deshacernos de las antenas parabólicas que tanto nos gustaban en los años ochenta). Ahora también nos da cáncer dormir junto al teléfono celular, reprimir las lágrimas de una gran tristeza, los y el pesimismo crónico. O al menos eso nos intentan hacer creer cientos de bienintencionadas (pero muy desinformadas) alertas que recibimos por e-mail, Facebook y otras redes sociales.

Todos estos datos nos llegan del mismo modo que pensamos en la enfermedad. Susan Sontag, en su brillante ensayo “La enfermedad como metáfora” (1978) escribía que en el caso del cáncer la metáfora es topográfica: el cáncer se expande, prolifera, se difunde. Pensamos en un tumor y en las células cancerígenas como un despiadado ejército invasor que ocupa, que invade el paisaje de lo sano, de lo vivo. Cuando Sontag escribía, sin Internet, lo caracterizaba también como un bicho lento y silencioso. Pero hoy sentimos vértigo ante una fila de lunares en el brazo derecho y nos da taquicardia cuando nos tocamos los senos e intentamos recordar si ese bultito siempre estuvo allí.

En Viù! no hay semana en la que no tengamos al maldito, estúpido, feo cáncer en la cabeza. Todas las semanas nos enteramos de un nuevo método para detectarlo, de la cifra más reciente de casos en el Perú y de las numerosas dietas, ejercicios y estrategias para prevenirlo y combatirlo. Y todas las semanas batallamos para encontrar el mejor modo de compartir la información más reciente sin causar alarma. Debatimos sobre las palabras precisas y adecuadas para transmitir urgencia sin perturbar, para alertar sin asustar y sobre todo, para detener -aunque sea un poquito- el avance, la proliferación y la invasión de esa ignorancia que mata.

La periodista y doctora en Biología , luego de convertirse en paciente de cáncer, descubrió que, con la ‘concientización’ sobre la enfermedad y los métodos de prevención desaparecieron el pesimismo y el enojo natural que sentimos los humanos frente a una amenaza mortal. Todo es rosado y positivo en las campañas y eso está muy bien. Pero también es humano sentir miedo. Ehrenreich nos llama a no cerrar los ojos ante la realidad en nombre del pensamiento positivo, a dejar de culparnos de nuestro destino y a no someternos con placidez al infortunio. Por la vida habría que luchar con los dientes y los puños apretados.

 

 

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