En el segundo piso de la Torre Eiffel, exactamente a 125 metros de altura, se encuentra Le Jules Verne, restaurante que regala una vista increíble de la “Ciudad de la Luz” y una exquisita gastronomía francesa. ¿Quieres saber cómo es por dentro? Aquí te compartimos todos los detalles para que logres transportarte a ese mágico y lujoso lugar.
¡Exclusivo de inicio a fin! Se ingresa al restaurante a través de un ascensor privado y no se tiene que hacer largas colas como se hace para subir a los otros pisos de la Torre Eiffel. Si piensas visitar Le Jules Verne, te recomendamos reservar con tres o más meses de anticipación, ya que así encontrarás sitio junto a la ventana y gozarás de vistas excepcionales.
¿Cómo es el restaurante Le Jules Verne?
El restaurante Le Jules Verne, ubicado en el segundo piso de la Torre Eiffel es un lugar imprescindible en París, ya que los comensales estarán rodeados de un entorno elegante, sobrio y cálido. Lo mejor es que sus invitados disfrutarán de una comida exquisita, mientras contemplen una vista increíble de toda la ciudad.
En la entrada del restaurante encontrarás los bustos de Gustave Eiffel y Julio Verne, así como pequeños cuadros enmarcados de color negro. Los cuadros son obras del artista Pascal Dangin llamado “De herramientas y hombres”. En las redes sociales de Le Jules Verne se lee que es un “homenaje a los procesos fotográficos de principios del siglo XIX, marcando el fuerte vínculo entre herramientas de cocina, construcción, artes decorativas y artes culinarias”.
El interior se divide en tres salas que ofrecen una vista increíble del Campo de Marte, del Quai Branly y del Trocadero. Asimismo, todos sus ambientes son muy iluminados, ya que sus paredes son de color gris plateado en honor al cielo y al río Sena. El diseño sobrio está acompañado de espejos, algunas flores y muebles que están teñidos de negro, dorado y crema.
Le Jules Verne también cuenta con dos ambientes más: Le Comptoir, el cual ofrece vistas del interior de la Torre y la ingeniería mecánica de las poleas amarillas y L’alcôve, ubicado frente a las poleas rojas.
En cuanto a la cocina
Le Jules Verne ofrece lo mejor de la gastronomía francesa a sus comensales y, sobre todo, se destaca por usar productos locales de gran calidad como el cangrejo, la trufa, el langostino, las aves de corral camperas y el chocolate. El chef Frédéric Antones es quien está al mando de la cocina y quien realiza platillos exquisitos. Gracias a su trabajo, el restaurante cuenta con una estrella michelin.
Por último, antes de mostrar la carta, los mozos te brindan dos aperitivos para que vayas preparando el paladar. Luego, te ofrecen un menú degustación compuesto por tres platos (105 euros por persona y no incluye bebidas) y en la cena podrás escoger entre un menú degustación en cinco o siete platos (190 y 230 euros por persona y no incluye bebidas). Los platos que más se destacan son el Tartar de Calabacín, Cangrejo con crema de albahaca, Lubina con caldo dashi, Ravioli de remolacha, Bacalao con bullabesa y el Cordero al horno.
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