A 90 kilómetros de la capital de República Checa se encuentra un cañón que se ha convertido en el lugar ideal para los aventureros. Las rocas Prachov cuentan con enormes pilares de roca que adornan un paisaje montañoso rodeado de vegetación.
Las formaciones rocosas reciben diferentes nombres. Las más conocidas del lugar son la Aguja, la Gorra de Prachov, la Virgen con el Niño o Krakonos. Además de los pilares se puede encontrar el “Pasillo de Fortna”, un pasadizo con altos muros de rocas en los que se aprecian extraños signos.
Las Rocas Prachov se puede visitar recorriendo dos rutas diferentes, ambas con niveles de dificultad diferente que cada turista puede elegir.