Los lugares prohibidos suelen ser los más atractivos para los turistas. Este es el caso del lago Chagan, en la lejana Kazajistán, que es resultado de una explosión termonuclear que lo ha hecho el lago más radiactivo del mundo.
El lago Changan se creó cuando se colocó un dispositivo en un agujero a 178 metros de profundidad y cuando este detonó se formó un cráter de 400 metros de ancho y 100 metros de profundidad. Luego, se construyó un canal que permitió que este agujero se llenara de agua y sirviera durante muchos años para que los soviéticos realizaran pruebas que no dieron resultados. Por ello, quedó abandonado.
La contaminación del agua en este lago de Kazajistán supera 100 veces más los niveles permitidos. Aquí no existen peces ni vida silvestre. No hay aves y un olor desagradable emana de ahí. Sin embargo, existen tours que llevan a los turistas hacia ese lugar conocido como el “Lago Atómico”. Durante, la visita se exige que las personas usen ropa protectora y mascarillas para acceder a la vista del cráter y el paisaje.