A 150 kilómetros al norte de Bangkok, en la ciudad de Lopburi, en Tailandia, es algo normal ver a cientos de monos viviendo y haciendo de las suyas en las calles de esta localidad: escalan viviendas, se balancean en semáforos y piden alimentos a los turistas.
Según reportes hay más de 3 mil monos en este popular destino tailandés, pero es en el templo Prang Sam Yot y el altar Phra Karn-dedicado al dios Vishnu-, los lugares que estos macacos han elegido como su hogar. Hasta este punto llegan las autoridades que velan por su salud y alimentación.
La gran popularidad que tienen estos monos se la deben a una leyenda hindú que indica que estos animales son sagrados al ser descendientes de Hanuman, el dios mono que ayudó a vencer a un demonio. Al escuchar esta historia, los turistas al verlos les ofrecen frutas como plátanos, manzanas, melones y sandías.
Aunque es una ciudad antigua y curiosa para cualquier extranjero, los locales aseguran que a veces el mal comportamiento de estos monos termina en quejas hacia las autoridades. Igual, esa no es razón para que tengan su propio día: el Festival de los Monos, el cual se celebra a finales de noviembre, y es una excusa para atraer turistas y que los macacos puedan darse un banquete de frutas, dulces y más.