La Torre de Pisa llama la atención no solo por su arquitectura sino por su peculiar inclinación. Para los turistas es un detalle que la hace única pero para los especialistas era un problema que debía resolverse rápidamente antes de que la construcción colapsara.
Fue así que en 1990 la torre medieval se cerró al público para intentar buscar una solución a su constante movimiento. Luego de más de 10 años de trabajo, la Torre de Pisa se abrió nuevamente el 16 de junio del 2001.
Desde su reapertura es uno de los atractivos más llamativos de la Toscana italiana junto a la Catedral de Pisa y el baptisterio, todos ubicados en la Plaza de los Milagros en Pisa.