En el balneario brasileño Atafona, el mar avanza más de seis metros por año. Foto: AFP
En el balneario brasileño Atafona, el mar avanza más de seis metros por año. Foto: AFP
Redacción EC

Atafona era un balneario muy turístico de . Sin embargo, en la actualidad luce desolado y lleno de escombros. Este se encuentra ubicado al noreste de Río de Janeiro y cada año el mar avanza hasta seis metros debido a una combinación de factores naturales y humanos, y ya ha sumergido más de 500 casas en una franja de 2 km.

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En los últimos 40 años, el mar ha ido erosionando el distrito junto a la playa, dejando muchos de los edificios abandonados y destruidos a manos de la naturaleza. Ahora, solo hay casas destruidas, miles de arbustos en la arena y restos de puertas, que eran de las personas que habitaban en el lugar. En el área de riesgo, siguen en pie solo 180 casas con 302 habitantes.

En el balneario brasileño Atafona, el mar avanza más de seis kilómetros por año. Foto: AFP
En el balneario brasileño Atafona, el mar avanza más de seis kilómetros por año. Foto: AFP
/ MAURO PIMENTEL

“¿Cuándo tendremos que salir nosotros? Es una incógnita, el mar avanzó de tres a cuatro metros en 15 días, nuestro muro puede no estar aquí la próxima semana”, contó a AFP Waked Peixoto, que se mudó a Atafona junto a su familia durante la pandemia. “Será una pena perder esta casa, que guarda los recuerdos de mi familia entera, mis padres, hermanas... todos veníamos aquí”, lamentó.

Erosión extrema y crónica

La erosión extrema, que coloca a Atafona entre el 4% del litoral mundial donde el mar consume más de cinco metros por año, se ha agudizado ahora por el cambio climático. “Con la subida del nivel del mar a largo plazo y a corto y medio plazo con las resacas excepcionales y los periodos prolongados de lluvias y sequías”, explica el geólogo Eduardo Bulhoes, de la Universidad Federal Fluminense.

Asimismo, con este “déficit” de sedimentos, la playa no se reabastece naturalmente y va cediendo ante el avance del mar. Además, a ello se suma la construcción de casas en la costa, que elimina la primera línea de defensa natural: las dunas de arena y la vegetación.

En el balneario brasileño Atafona, el mar avanza más de seis kilómetros por año. Foto: AFP
En el balneario brasileño Atafona, el mar avanza más de seis kilómetros por año. Foto: AFP
/ MAURO PIMENTEL

“El uso que el hombre hizo del río Paraíba do Sul (uno de los principales del sudeste de Brasil) en los últimos 40 años redujo drásticamente el volumen de sus aguas y su capacidad de transportar arena hacia la desembocadura”, en Atafona, explica Bulhoes, enumerando actividades como la minería y los desvíos para la agricultura.

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