Susan Ley, la ministra de Medio Ambiente de Australia, dijo que las ballenas jorobadas eran lo suficientemente fuertes como para eliminarlas de la lista de los animales que se encuentran en peligro de extinción. La noticia la dio luego de que el Comité Científico de Especies Amenazadas considerara que los mamíferos se habían recuperado significativamente.
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La caza desmesurada de las ballenas llevó a la especie al borde de la extinción. A consecuencia de ello, en un momento hubo tan solo 700 de las criaturas nadando en el Atlántico Norte. Fue en 1980 que se prohibió la caza de estos grandes mamíferos y luego de ello las cifras se fueron recuperando.
“Analizaron los problemas del cambio climático y analizaron los problemas de la pesca de krill, así como todas las demás circunstancias de las tendencias de la población de la especie (…) Así que es realmente alentador ver que una fuerte historia de conservación lleva a que una especie realmente salga de esa lista”, sostuvo Ley.
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Cabe resaltar que en el año 2008, La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) anunció que casi todas las poblaciones de ballenas jorobadas, que estuvieron a punto de desaparecer, han sido retiradas de la lista de especies en peligro de extinción.
Aunque la noticia es alentadora aún hay mucho más por hacer para salvaguardar la vida de estos animales. Si bien la especie había sido eliminada de la lista, aún recibía protección en aguas australianas en virtud de la Ley de Protección del Medio Ambiente y Conservación de la Biodiversidad (EPBC), gracias a su inclusión como especie migratoria y cetáceo.
-El cambio climático amenaza la vida de las ballenas-
La científica marina Vanessa Pirotta de la Universidad de Macquarie mencionó que la eliminación de la lista podría ayudar a impulsar más el enfoque, y la financiación, a las especies de ballenas que no se habían recuperado con tanta fuerza después de la caza de ballenas.
“Ha habido este impulso para celebrar la conservación de estos animales, pero luego también reevaluar su inclusión en términos de protección (…) Se mantendrá un monitoreo cauteloso continuo para estas poblaciones, lo que nos permitirá enfocar nuestros dólares de conservación en la protección de otras especies, como la ballena franca austral”, sostuvo la científica.
Pirotta menciona que existen diversas amenazas para estos grandes mamíferos. “Algunas de las amenazas a las que se enfrentan las ballenas en todo el mundo incluyen choques con barcos, enredos en artes de pesca, contaminación acústica, contaminación marina y, por supuesto, el cambio climático”, dijo.
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