La noticia sobre los cupos agotados en Machu Picchu, por Fiestas Patrias, nos recuerda que para viajar al destino que todo peruano debería visitar una vez en la vida se necesita planificación. Como estuve por allá el último mes de junio, tengo los datos actualizados y aquí te brindo el paso a paso para que vivas un viaje inolvidable a una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno, que el último 7 de julio ha cumplido 16 años con esta importante designación otorgada por la Fundación New 7 Wonders.
Paso 1: Viaja a Cusco
Lo primero que tienes que hacer, para conocer Machu Picchu, es viajar a Cusco. Desde Lima, puedes llegar en una hora por vía aérea o en veintidós horas en bus. Los pasajes para el feriado de Fiestas Patrias no bajan de S/890 ida y vuelta, pero si viajas a partir de agosto encuentras precios desde S/300 ida y vuelta. Recuerda que a mayor anticipación, mejores precios. En el caso del bus, hay pasajes desde S/100 por tramo.
Nosotros volamos con JetSmart, que ha sido declarada como la Mejor Aerolínea Low Cost de Sudamérica 2023 por SKYTRAX. La aerolínea cuenta con 4 vuelos diarios de Lima a Cusco. También vuela a la Imperial desde Arequipa. Cabe indicar que, desde el 3 de julio, Latam ha retomado la ruta interregional desde Ayacucho. Con dos frecuencias semanales, en julio y agosto.
Paso 2: compra tus entradas a Machu Picchu
La anticipación es clave. Nosotros adquirimos las entradas un mes antes. Recuerda que el aforo diario en Machu Picchu es de 4.044 visitantes y aunque parezca que es mucha gente, en temporada alta los espacios se agotan. Como ha ocurrido en estas Fiestas Patrias, que ya no hay horarios disponibles para todo el mes de julio.
Para comprar tus entradas puedes contratar a una agencia de viajes o ingresar a esta web, que es la única de venta oficial. Haz clic en “Adquirir los boletos” y selecciona la tarifa según tu nacionalidad, la ruta que quieres recorrer (para la foto clásica debe ser Llaqta Machu Picchu: circuito 1, 2, 3 y 4), la fecha y el horario que más te convenga. Puedes elegir tu ingreso entre las 6 a. m. y las 5 p. m. Para ello, calcula la hora de tu llegada en tren, más unos treinta minutos que demora el bus desde el pueblo al complejo. Recuerda que los boletos solo son válidos en los horarios seleccionados y que no se pueden cambiar.
El precio de la entrada para peruanos y ciudadanos de la Comunidad Andina de Naciones (Bolivia, Colombia y Ecuador) es de S/64 por adulto y S/32 por estudiante o menor de entre 3 y 17 años. Los demás extranjeros pagan S/152 por adulto, S/77 por estudiante y S/70 por menor de edad. No te olvides de llevar tu documento de identidad y/o carnet de estudiante el día de la visita. Lo exigen al ingreso.
Paso 3: decide cómo llegar a Machu Picchu
Aunque puedes ir por el Camino Inca o tomar la ruta alterna, que va por Santa María, Santa Teresa e Hidroeléctrica, la forma más fácil de llegar a Machu Picchu es en tren. La caminata por el sendero inca dura entre dos a cuatro días, la ruta alterna exige unas nueve horas de viaje en carro, mientras que ir por los rieles desde Ollantaytambo demora solo una hora y media.
Ya sea que viajes en el tren más barato o en el más caro, el trayecto desde la sierra de Cusco a la ceja de selva te deja unas postales de viaje increíbles. Con vistas a los nevados, el río, el ingreso al camino inca y sitios arqueológicos que te dejan con ganas de bajarte a conocerlos.
Las empresas Inca Rail y Perú Rail brindan diferentes servicios ferroviarios que cubren la ruta. Los precios van desde los S/100 por tramo y en promoción, saliendo desde Ollantaytambo. También existe un servicio local, para peruanos, que cuesta S/20. Pero conseguirlo, sobre todo en temporada alta, como Fiestas Patrias o vacaciones, es casi imposible.
De Ollantaytambo a Machu Picchu viajamos en el servicio The Voyager de Inca Rail, que incluye una breve representación del drama Ollantay. Al regreso, abordamos el The 360° Machu Picchu Train, llamado así por las ventanas panorámicas con las que cuenta. Además, incluye un snack y bebida a bordo, así como música en vivo en el vagón observatorio.
Después del servicio de comida, nos dejaron salir al vagón observatorio desde donde tuvimos una vista privilegiada al río y los nevados de la ruta. Muchos viajeros salieron a bailar y cantar junto a los músicos que, con guitarra y cajón, animaron el viaje. Otros, gozamos de las panorámicas mientras el viento nos daba en el rostro.
Puedes optar por adquirir solo el boleto de tren o usar el servicio Bimodal, que incluye el bus desde o hacia la ciudad del Cusco. Si no lo contratas, para ir a la estación de Ollantaytambo calcula unos S/150 en taxi o S/15 a S/20 en colectivo. En esos días se celebraban las fiestas del Cusco, por lo que muchos viajeros llegaron para ser parte del Inti Raymi, los bailes tradicionales y las procesiones realizadas por el Corpus Christi, que este año cayó en el mismo mes jubilar. Por supuesto, ninguno perdió la oportunidad de visitar Machu Picchu. Tal y como sucederá en Fiestas Patrias.
Paso 4: rumbo a la maravilla
La opción que siempre recomiendo es viajar en tren el día previo a la visita a Machu Picchu, para llegar a tiempo en el horario elegido y que el viaje no sea tan agotador. Así que puedes aprovechar la previa para recorrer algunos puntos del Valle Sagrado.
Salimos de la ciudad del Cusco con destino a Chincheros, donde conocimos el proceso de elaboración de telares en uno de los talleres. Recorrimos Moray, el centro de investigación agrícola donde los incas experimentaron diferentes técnicas de irrigación y sembrío en distintas altitudes. Almorzamos en Urubamba y cerramos la tarde en las Salineras de Maras, que conserva 3.000 pozas de sal de donde se extrae el mineral hasta la actualidad.
Calcula unos S/120 por persona para el tour grupal por el Valle Sagrado que contempla el transporte, el guía y el almuerzo buffet. Adicionalmente, debes comprar el Boleto Turístico de Cusco que te permite el acceso a 16 lugares de la región. Los precios son de S/40 para el boleto parcial (4 lugares) y S/70 por el completo. Evalúa con cuánto tiempo cuentas y qué ruta realizarás para comprar el más adecuado. El ingreso a las salineras de Maras se paga aparte y el precio es de S/10.
En lugar de volver a la ciudad de Cusco, nos quedamos en Ollantaytambo para tomar el tren y pasamos la noche en un hospedaje del pueblo de Machu Picchu. La habitación nos costó unos S/140 para dos personas. En la zona hay alojamientos de lujo, de gama media e incluso habitaciones compartidas.
Paso 5: Recorre nuestra maravilla
A la mañana siguiente despertamos bien temprano para recorrer Machu Picchu. Tomamos el bus de Consettur que nos dejó en la puerta de la llaqta. El pasaje en este trayecto cuesta S/55, ida y vuelta, para peruanos. Lo compramos en el mismo pueblo y conservamos el ticket para regresar. Arriba, en la puerta del complejo, no lo venden.
Recuerda llevar, además de los documentos, bloqueador, repelente, gorro, una botella de agua y algún snack pequeño como barras de cereal o frutos secos. Al interior de la maravilla está prohibido detenerse a comer o llevar cosas muy elaboradas. Tampoco puedes usar coches, bastones, trípodes, paraguas ni palos selfies. Mucho menos saltar, correr, gritar o escuchar música sin audífonos. El plan es recorrer el lugar con completo respeto al santuario, la fauna y los demás visitantes. Y como siempre, los desechos regresan contigo.
Está demás decirles que disfruté de aquel día como si fuera la primera vez que lo visitaba. En el ascenso inicial del Circuito 2, que es el más completo, mi grupo sintió un poco de malestar por la altura y la falta de oxígeno. Pero nada que una pastilla para el soroche, abundante agua y la vista de fotografía del primer mirador no disiparan.
Seguimos cuesta arriba, sorprendiéndonos de la grandeza del Imperio Inca y su obra. Nos detuvimos para admirar las andenerías que se conservan intactas, los muros hechos de piedra con un engranaje impoluto, las fuentes de agua, las plazas y los portales. Tomamos innumerables fotos, sentimos el magnetismo frente a la Roca Sagrada y hasta escuchamos el himno del Cusco cantado por los guardaparques mientras izaban la bandera del Tahuantinsuyo en la cima de la montaña Machu Picchu. Un momento único e irrepetible, que solo se puede experimentar en esta ciudad construida entre las nubes, una maravilla que aquel día nos hizo sentir en la gloria.