Trenes de altura: Recorre en ellos las rutas del Perú - 4
Trenes de altura: Recorre en ellos las rutas del Perú - 4
Redacción EC

Ricardo Ráez

Un espíritu de aventura que recuerda tanto al legendario Manco Inca como al cazafortunas Hiram Bingham se apodera de los pasajeros que van hacia Machu Picchu cuando el tren se introduce en la espesa selva del cañón del Vilcanota. El bamboleo del vagón arrulla a los viajeros que sueñan despiertos con la ciudad perdida de los incas y se emocionan como los antiguos españoles que buscaron El Dorado por esas tierras.

Los trenes hacia la ciudadela inca parten desde estaciones distintas: Poroy, Urubamba (estación especial) y Ollantaytambo, y todos llegan a Machu Picchu Pueblo. La empresa Perú Rail cuenta con un tren local, que es solo para peruanos y cuesta S/.10 el tramo, el servicio Expedition, el Vistadome y el exclusivo Hiram Bingham. Pero además, opera la ruta la empresa Inca Rail con servicios en clase turista, ejecutiva y primera clase.

Para subir a la ciudadela debe tomar los buses que ascienden desde las 5 a.m. y cuestan US$ 13 ida y vuelta para nacionales (tarifas en www.consettur.com).

No pocos prefieren dormir en el pueblo para, al día siguiente, observar el amanecer en el complejo; sin embargo, tenga en cuenta que podría ahorrar tiempo haciendo un full day ya que los trenes parten desde las 5 a.m.

RUMBO A PUNO

La exuberante aventura hacia Machu Picchu contrasta con las insondables serranías que ofrece la ruta de Cusco a Puno. El Andean Explorer, tren inspirado en el servicio Pullman de los años 20, parte los lunes, miércoles, viernes y sábado a las 8 a.m. desde el corazón de la Ciudad Imperial, específicamente desde la estación de Wanchaq, y bordea el óvalo Pachacútec para seguir a la vera del río Huatanay. Pronto el campo se apodera de las ventanas y se reconocen con facilidad los restos de las colcas (depósitos) y canchas que persisten en los cerros. Las montañas de lo que se conoce como Valle Sur arropan los pueblos de Saylla, Oropesa, Urcos, Sicuani, entre otros lugares, hasta llegar a Santa Rosa (km 132), donde los apus dan paso a la planicie de la Meseta del Collao. Tras pasar por la pujante Juliaca viene el increíble ingreso a Puno, luego de un fulgurante atardecer al lado del lago Titicaca.

Este viaje toma 10 horas en las que se puede disfrutar de un show de danzas, desfile de prendas de alpaca, almuerzo, té de la tarde y todas las bebidas calientes que se le antojen. Además hay zonas exteriores, ideales para fotografiar. El precio es de US$268 por persona y tramo.

HACIA HUANCAYO

Desde la vieja estación Desamparados, que ahora también es la Casa de la Literatura, parte el tren del hacia Huancayo. La máquina recorre el fértil valle del Rímac antes de hacer una parada en San Bartolomé (km 76) y luego en la histórica estación de Matucana (km 102), ciudad que realiza un espectáculo para recibir a los pasajeros y organiza una feria que ofrece artículos locales. Luego se inicia una subida que fue hecha a pulso a fines del siglo XIX. Cada uno de los 68 puentes y 59 túneles del recorrido es una proeza de músculo e ingeniería de 10 mil hombres a quienes debemos uno de los trenes más altos y desafiantes del mundo (La Cima, Morococha, 4.835 m.s.n.m.).

El viaje en los vagones clásicos y turísticos de este ferrocarril tiene un costo desde S/.195 para adultos y S/.130 para niños que incluye alimentación (desayuno y almuerzo), guía turística y atención médica.

“Nosotros garantizamos llegar en 10 horas así haya nevado en Ticlio”, manifiesta Fernando del Pozo, representante de la empresa, quien añade que sus locomotoras cuentan con sistemas para mejorar la adherencia de los vagones. La próxima salida del tren será el 29 de agosto mientras que el regreso será el 1 de setiembre. Es decir, el viajero tiene dos días para recorrer La Incontrastable y sus curiosos atractivos como El Parque de la Identidad Wanka, un paseo que homenajea el arte popular de esa región y a sus principales representantes, o el famoso Convento de Santa Rosa de Ocopa, a solo 33 km de la ciudad de Huancayo, o degustar enormes truchas en el criadero piscícola de Ingenio (a 28 km de Huancayo).

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