“Entre diciembre y marzo fui a vacacionar por Centroamérica. A mí me gustan mucho los viajes que no son planeados, prefiero agarrar mi mochila y salir a ver qué me espera. Por eso decidí irme sola.
Empecé en Costa Rica y luego me quedé a acampar en las playas de la ruta. Conocí a turistas de otros países y terminé por unirme a un grupo de seis personas con las que llegué, ‘tirando dedo’, hasta Nicaragua. Para los amantes de la aventura y de los paisajes paradisíacos, este es el recorrido perfecto.
Lo mejor fue la isla Ometepe, rodeada por dos volcanes a los cuales se puede ascender, siempre que sea por la mañana. Este es un destino poco explotado turísticamente, una travesía única que se puede disfrutar sin gastar mucho”