“Casi a finales del año pasado fui a Praga con mi esposo. La época fue maravillosa. Nos quedamos mucho tiempo en el famoso puente Carlos, escuchando música clásica y observando a la gente pasar.
Es una ciudad cargada de historia y no solamente en los museos, la calle misma está cargada de ella. Se siente el romanticismo. Además, cuenta con una linda luz natural, que es lo que más recuerdo de este lugar.
Recomiendo que viajen a Praga porque es una de las ciudades más lindas a las que he ido, no en vano se le conoce como el corazón de Europa.
También aconsejo que la visiten en octubre porque es un súper mes para ir. Hace un poquito de frío, pero el sol sale casi siempre. Es sin duda, un destino muy bello”.