Después de subir más de 120 escalones del sector Muyu Muyu, al interior del Complejo Arqueológico de Sóndor, en Andahuaylas, nos quedamos sin aliento. No sabemos si es porque estamos a 3.200 metros sobre el nivel del mar o por las vistas extraordinarias que tenemos a la Cordillera de los Andes, los pueblos aledaños y la laguna Pacucha.
Una panorámica espectacular que solo se obtiene cerca de las nubes, en Muyu Muyu, el sector más importante del Complejo Arqueológico de Sóndor. Una construcción piramidal, rodeada por terrazas y en donde se presume que realizaban actividades ceremoniales, sacrificios de camélidos y ofrendas rituales.
El Complejo Arqueológico de Sóndor era el centro administrativo y militar de la cultura Chanka (1100-1400 d.c.) y posteriormente fue ocupado por los incas (1400-1532). “Los chankas se ubicaron estratégicamente en zonas altas, para tener gran visibilidad y detectar si se acercaba su enemigo. Sóndor cumple con esas características geográficas. Se trata del punto de mayor ocupación de esta cultura y desde allí, se organizaban las tropas militares para ejercer su dominio sobre el territorio”, explica el guía Ruso Martínez.
Estamos a 21 km al noreste de la ciudad de Andahuaylas, en el distrito de Pacucha. En el escenario donde cada año, en junio, se realiza el Sondor Raymi, una representación de la batalla entre chankas e incas por el control del valle Apurímac. Una festividad que reúne a unos mil actores, 200 músicos de las provincias cercanas y decenas de visitantes provenientes de todo el país.
Pero ahora somos los únicos. Lo que nos permite recorrer, con total tranquilidad, este complejo arqueológico que ocupa 10 hectáreas de extensión. En poco más de una hora transitamos entre andenerías, terrazas, recintos de piedra, centros ceremoniales y casas circulares construidas 2.000 años a. de C.
Laguna Pacucha
Ni bien terminamos la visita, salimos en el auto por unos 10 minutos, en dirección a Andahuaylas. A solo 2 km del Complejo Arqueológico de Sóndor se ubica la laguna Pacucha, una de las más grandes y hermosas de Apurímac, que es parada obligada en todo viaje a la tierra de José María Arguedas y Chabuca Granda.
Desde lo alto, notamos su inmensidad que alcanza los 3.097 m². Aunque lo divertido es navegar en alguno de los 23 botes artesanales, que por S/ 5 te llevan hasta una isla de totora. Calcula bien tu tiempo. Las embarcaciones salen exclusivamente de 9 a. m. a 4 p. m. para evitar el oleaje de la tarde.
Esta laguna es ideal para los avistadores de aves. Según precisa Martínez “se pueden ver parihuanas o flamencos, patos silvestres, chorlos andinos o gaviotas, según la temporada”. En este espejo de agua, rodeado de totora, también puedes hacer picnics con vista a las montañas.
En un día completo puedes escaparte a solo media hora de la ciudad de Andahuaylas y conocer dos de sus principales atractivos. Además de encontrarte con el silencio y la naturaleza y, si no hay veda, comerte un buen pejerrey mientras observas esta laguna.
¿Cómo llegar a Andahuaylas?
- El viaje de Lima a Andahuaylas, por tierra, demora unas 15 horas. No hay vuelos a esta zona. Pero puedes volar a Ayacucho en una hora y desde allí, viajar 5 horas por carretera.
- La mejor época para viajar a Andahuaylas es durante la temporada seca, de abril a octubre. Como este año aún no llueve, todavía encuentras buen tiempo. Otra fecha muy concurrida son los carnavales, entre febrero y marzo. También en junio, cuando se realiza el Sondor Raymi.
- El Complejo Arqueológico de Sóndor abre de lunes a domingo, de 8 a. m. a 5 p. m. El ingreso cuesta S/ 3. El acceso a la laguna Pacucha es libre.
- Si quieres más información sobre estos atractivos, escribe al WhatsApp de IPerú al 944 492-314. Este servicio opera las 24 horas.
- Te recomiendo comer ligero la noche previa al viaje y hacer las cosas con calma para evitar el soroche. Procura llevar abrigo para el amanecer y la tarde, así como usar zapatos de senderismo o con suela antideslizante.
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