La denuncia de Álvaro Morata aún resuena en la concentración de la selección española. Las amenazas en redes, los insultos a su mujer e hijos en Sevilla de su propia afición. El delantero recibe todo el respaldo de su ‘segunda familia’ en días de reflexión sobre la necesidad de marcar un límite. “Detrás hay mucho sufrimiento”, afirma Mikel Oyarzabal. (Fuente: EFE)