El lanzamiento de un cerdo desde un helicóptero hacia una piscina en una lujosa mansión de un millonario empresario argentino despertó la indignación. El hecho quedó registrado por una de las ocupantes de la casa que atina a reírse al presenciar el impacto del animal contra el agua. Según la hija del empresario, el animal se encontraba muerto y descuerado. Fiscalía declaró a los medios que los dueños de la casa retiraron al animal, lo asaron y se lo comieron.