El silencio reina en Roma, con calles desiertas y la gente encerrada en sus casas, tal y como dispuso el gobierno para contener la epidemia de coronavirus. En un día normal, las calles de la capital italiana estaría llena de gente. Pero el panorama es otro luego de que el gobierno de ese país ordenara a los 60 millones de habitantes que se queden en casa para intentar frenar el avance del COVID-19. [Fuente: AFP]