La desaparición de los medios impresos en Venezuela, a raíz de la crisis, ha llevado a los editores a reinventarse para volver a los orígenes y recuperar el olor a tinta y papel de años atrás, guiado por el “pregonero”, como se conoce en el país al tradicional repartidor de prensa a domicilio. (Fuente: EFE)