Durante su último discurso como presidente del Perú, Martín Vizcarra dejó dudas sobre la estrategia que emplearía para enfrentar a la delincuencia. A diferencia de otros sectores, el mandatario no detalló un plan de inversiones pese a que se está previendo que los índices delictivos aumentarían con el fin de la inmovilización social en la mayoría de regiones.