Qué le ha dado el Perú a Chachi Sanseviero. «Un espacio de vida, grandes amigos y un lugar para vivir por siempre». Qué le arrebató. «No me ha quitado nada, fue generoso conmigo». La librera uruguaya Chachi Sanseviero no sabe bien qué le gusta de este país, pero está segura de que no se iría nunca.
Llegó a Lima en 1973 junto a su esposo Eduardo Sanseviero. Ambos eran una pareja exiliada de militantes comunistas que viajó por varios países de Latinoamérica y Europa antes de asentarse en el nuestro.
No tenían amigos ni conocían a nadie, pero a los dos meses de su llegada consiguieron abrir una librería en la calle Dasso de San Isidro. No después de mucho “El Virrey” –que en principio estaba planeada como una librería de viejo– se impuso como una parada ineludible para políticos, escritores e intelectuales que disfrutaran del ajedrez, la tertulia y la buena lectura.
Hoy no existe lector atento que no haya visitado al menos una vez el local de los Sanseviero –ubicado ahora en Miraflores–, donde Chachi trabaja todos los días acompañada de la gata tricolor Tilsa y un hiperactivo jack russell.
Los visitantes, además de ir en búsqueda de libros, esperan verla a ella. «No extraño Uruguay, solo extrañé a mis amigos cuando me fui» dice la librera y luego aspira de su cigarrillo electrónico.
Al venir recuerda cuánto le asombró la ostensible brecha entre clases sociales que padecemos y esa manía tan limeña de siempre querer quedar bien con los demás. Pero tu patria, piensa Chachi, es ese lugar que sientes tuyo a pesar de lo excepcional y lo desalentador que se muestra.
Tu patria, dice la mujer a la que no le gusta revelar su nombre de pila, es donde entierras a tus muertos más queridos. Y aquí ella tiene tres: su esposo, su padre y un hijo. «Por eso me he declarado peruana» dice la librera que espera algún día recibir la nacionalidad de forma oficial. La complicidad indocumentada entre Chachi y el Perú es implícita y sigue en pie.
Perfil
Chachi Sanseviero nació en Asunción, Paraguay, pero desde muy pequeña se mudó con su familia a Uruguay. Llegó al Perú cuando tenía 27 años y vivió inicialmente en la Residencial San Felipe, en Jesús María.
Hace algunos años murió su esposo Eduardo Sanseviero con lo cual Chachi quedó a la cabeza de su librería.