'Mi querida neurosis' se presenta todos los miércoles en el Centro Cultural de la PUCP. (Foto: Samantha Aguilar /Difusión)
'Mi querida neurosis' se presenta todos los miércoles en el Centro Cultural de la PUCP. (Foto: Samantha Aguilar /Difusión)
Samantha Aguilar

La actriz Fiorella Kollmann se emociona cuando habla sobre su unipersonal "Mi querida neurosis", que celebra diez años desde su estreno. Cuenta que ser clown la ha ayudado a enfrentar sus miedos. 

Luego de varios años repones "Mi querida neurosis".
Sí, este unipersonal tiene diez años. La primera vez que lo presenté fue en el 2008, en Brasil. Ahí me invitaron a dar unas clases y a presentar un espectáculo. Aquí se estrenó en el 2009.

¿Te demoró mucho construir el personaje?
La protagonista es una payasa loca de calle, sin nombre, sin hogar, atrevida, que se confronta con los demás. Construirlo me tomó cerca de dos años, en la puesta exploramos un día en la vida de esta mujer.

¿La payasa que se presentó hace diez años en Brasil es diferente a la de ahora? ¿Qué cambios ha tenido?
Está más madura en edad, más paranoica, más neurótica. Creo que con los años ha acentuado su locura, no se ha moderado de ninguna manera. Sigue teniendo una obsesión fuerte con los hombres. Lo importante es que ahí se muestran aspectos que a uno de la dan vergüenza y que la gente juzga. 

Para mí, mejor es aceptar quien eres y no andar sufriendo por eso. El payaso es un personaje muy interesante porque siempre está navegando en un mar de fracasos constantes con el que te puedes matar de risa, pero que también puede tocar tu corazón.

Y que gusta, porque la gente sigue apostando por este tipo de espectáculos.
Es que el payaso es un adulto zafado, tonto, que no tiene filtro. Antes yo pensaba que al hacerlo exponía mis cosas, pero cuando hablas de una experiencia tuya en grupo, mucha gente se va a sentir identificada. Es un personaje que está hecho para ser libre, mucho más que yo.

En este tiempo también ha cambiado el teatro.
Cuando estrenamos había dos escuelas importantes, lo que se vio en esta obra y la impresión que dio fue bastante adelantada para la época.

Fuiste la primera en hacer un unipersonal de clown femenino. ¿La payasa es feminista?
Por momentos lo es mucho, pero también machista, según le convenga. Sí, fui la primera en hacer un unipersonal de clown femenino y me encanta que mucha gente se atreva a hacer cosas sin miedo.

¿Qué es lo mejor que ha sacado de ti?
El valor. Yo soy una persona recontra miedosa y ella me ha dado el valor de hacer esto.

Al ser un personaje tan intenso, ¿cómo acabas luego de una función?
Cuando estoy en el escenario entro como en trance, pero al acabar me siento liberada, tranquila, sacudida y removida.

¿Cuál sigue siendo la neurosis de Fiorella?
La comida chatarra, es una cosa maravillosa, generalmente me agarra por etapas.

Al ser tu personaje un indigente, ¿ahora miras a estas personas de forma diferente?
Antes de la obra los veía de reojo, todos los miramos así, porque creemos que nos van a hacer algo, ahora son mis amigos. Ellos no han nacido así, han perdido todo en la vida, hay una historia detrás de cada uno

¿Tras conocerlos de qué manera alimentaron tu personaje?
Los clowns se parecen tanto a los locos. A mí me hace gracia, una vez un bruja me leyó las hojas de coca y me dijo: “Tú has sido soldado, monja y loquito”. ¿Loquito? Me quedé pensando.

Dato: "Mi querida neurosis" se presenta todos los miércoles (quedan 4 funciones) a las 8:00 p.m. en el Centro Cultural de la PUCP. 

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