Por Andrea Castillo
Modelo precoz, vegetariana de convicción y, sobre todo, actriz y cantante. María Grazia Gamarra tiene 24 años y conoce el éxito y el clamor de la multitud desde que protagonizara junto a Christian Domínguez la novela “Mi amor, el wachimán”. Sin embargo, es también una persona que avanza sin prisas.
Estudió actuación y canto en Buenos Aires y Nueva York, y ha llevado cursos de piano y lectura de partituras en el Conservatorio Nacional de Música.
De la María Grazia Gamarra de casi 16 años que debuta en la televisión con el programa infantil “América Kids” –seguida de la “La Akademia”- perdura la mirada traviesa y la sonrisa cálida. Y cierto candor que se resiste al paso del tiempo. Con alma de niña –“Quiero ser como Peter Pan”, bromea–, la menor de los tres hijos de Abel Gamarra y de doña Carolina Larrea se concentra en mantener el interés del público en su crecimiento profesional, antes que en su vida privada.
Este año demostrará más de la madera que está hecha. La escucharemos cantar a dúo con Rakim, un conocido cantante de reggaetón romántico y, después, en gira artística en Ecuador, pues Ecuavisa incluirá “Mi amor, el wachimán” y “Amor de madre” en su parrilla televisiva.
María Sonrisa, como la conocen en los sets de América Televisión, sabe que la fama es efímera y se esfuerza por mantener los pies en tierra. También se suma a causas sociales con su voz y talento: Interpreta dos canciones en el disco "Llegó Navidad", del cantante mexicano Jair Muro [lo recaudado por la venta del disco apoya las actividades de la organización no gubernamental Música para Todos en beneficio de personas en situaciones precarias]. Ha sido vocera de “Ponte en carrera”, una plataforma virtual impulsada por los ministerios de Educación y de Trabajo y Promoción del Empleo e IPAE Acción Empresarial, y próximamente se sumará a la campaña ambiental “Gallinazo avisa”. ¿Qué más nos contó? Sigue leyendo.
- El 2014 fue fructífero para ti con las dos temporadas de “La Novicia Rebelde”, una producción de Épica, la asociación cultural que tienes con tus hermanos.
Siempre quisimos producir musicales. Mis hermanos hicieron el proyecto y cuando regresé de estudiar en Buenos Aires surge la idea de hacer las dos temporadas de “La Novicia Rebelde” [fue dirigida por su hermano Jean Pierre]. Por ahora todo está en pausa, porque mis hermanos tienen proyectos profesionales personales, pero retomaremos el trabajo con “Épica” en el 2017.
- ¿Tienes interés en la ópera?
Me parece interesante aprenderla porque si dominas la técnica es más fácil cantar otro tipo de tramas. La veo como una herramienta para mi trabajo.
- Desde tu debut en la TV con “América Kids” pasaron cinco años para tu primer protagónico con “Mi amor, el wachimán”.
¡Fue alucinante! Tuve la oportunidad de hacer giras por el país para promover la novela; grabamos tres temporadas y formamos un equipo superbonito. Yo le tengo mucho cariño al proyecto. Fue como un gran salto para mí. El mensaje de la novela, de que el amor prima ante todo, le llegó al corazón a mucha gente.
- ¿También buscaste que tu personaje tuviera más intensidad?
Catalina, mi personaje, era millonaria y por más que fuera una chica de plata, de su casa, linda y rubia, me interesaba que tuviera personalidad. Creo que durante las tres temporadas fuimos dándole un carácter propio, porque la gente quiere ver un personaje con quien identificarse.
- A más complejo el personaje, mayor el reto de interpretación. En “Amor de madre” das un paso más en ese sentido.
Fue un reto mayor porque tuve un cambio de look radical; tampoco era cien por ciento mala, porque el personaje tenía sus propias justificaciones, pero lo rico es interpretar a una villana.
- ¿Crees que la gente te ha dejado de ver como la chica buena de “Mi amor, el wachimán?
No me da miedo encasillarme en un personaje porque es parte de mi trabajo; pero las posibilidades de hacerlo tampoco se dan siempre, ya sea por el físico, por las características del mismo personaje; en el camino voy a encontrar retos distintos.
- ¿Aceptarías hacer desnudos?
He recibido varias propuestas, pero no tengo ganas de hacer algo así ahora. No voy a decir ‘nunca’, pero que no lo veo necesario. Tengo otras cosas importantes por buscar. Además, no me gustaría que mis hijos entren a You Tube y vean a su mamá en esas escenas. No está en mis planes.
(Foto: Tony Robles)
- ¿Qué sí está en tus planes?
Tengo muchas ganas de seguir estudiando, de hacer cosas en el extranjero y acá también; de buscar oportunidades donde las haya. No necesito desnudarme para crecer profesionalmente. Para algunas personas quizá sea un plus, a mí no me provoca.
- Además de crecer como actriz, también desarrollas tu faceta de cantante
Cantar me encanta y he tenido la suerte de grabar tres colaboraciones de música urbana con Rakim, y dos para el disco “Llegó Navidad” de Jair Muro. Son oportunidades que aprovecho al máximo. “Llegó Navidad” es parte de una causa social emprendida por Jair a través de una ONG que ayuda a niños y ancianos a través de la música. Todas las ventas del disco van para la asociación. Cantar y, además, ayudar a la gente es muy bueno y alucinante para mí.
- Tomas las cosas como se te presentan...
No me angustio ni me obsesiono. En “El Gran Show” la competencia por ganar es muy fuerte; pero yo siento que todo debe fluir; si ganaba, bien; pero tampoco me enfermaba por hacerlo. Me encantaría hacer muchas cosas a través de la actuación, pero también hay que prepararse e ir por lo que quieres hacer. Así lo veo, y así van saliendo las cosas, de a poquitos.
- ¿Y qué haces para cuidar tu voz?
Durante muchos años tuve un problema foniátrico por una mala ubicación de la voz al hablar. De chica era muy ronca y durante mucho tiempo pensé que había nacido así, pero después tenía dificultades al cantar; se me apagaba la voz. Hice terapia pero lo que más me ayudó fue tomar clases de canto con mi hermano [Jean Pierre]. Con él pude desarrollar una técnica apropiada para cantar, porque hay varias y no todas son las más saludables para uno. Tuve la suerte de entrenar por buen tiempo y me curé, aunque a veces me pongo afónica por hablar mucho.
- ¿Nunca te operaste?
Me sugirieron operación pero dije que no. Estuve 8 meses en terapia tratando de hablar lo menos posible. ¡Era horrible! Pero seguí con ella y se fueron los nódulos. Las clases de canto son como terapia. Igual me cuido mucho porque la voz es mi herramienta de trabajo.
(Foto: Tony Robles)
- ¿Llevas una rutina para mantenerte con buen físico?
No hago nada. Soy vegetariana hace 3 años.
En “El Gran Show” hice mucho baile y eso también te mantiene con buen físico, pero por lo general soy floja para seguir horarios. Me encanta el tenis, y juego cuando puedo. Tampoco tengo una rutina para manejar el estrés. Cuando me estreso mucho, me salen ronchas, pero luego pasan.
- ¿Cómo te definirías?
Es muy difícil hacerlo, pero creo ser una persona tranquila, distraída, pero a la vez disciplinada; me gusta trabajar, dar lo mejor de mí y hacer las cosas bien y, obviamente, tener mis ratos libres.
- Veo que llevas tatuado un corazón en el dedo anular ¿Qué significado tiene?
Siempre me lo quise hacer, pero lo llevo hace dos meses. Va en el dedo donde se coloca el anillo de compromiso. Para mí, es mi conexión con mis amores, como es el amor de mi familia del que nunca me voy a divorciar, de mis amigos y de mi perrita Mora, de 3 años.
- ¿De niña tuviste también mascotas?
Tuve varios perritos, pero como siempre nos mudábamos [su padre era oficial de la PNP], había que regalarlos. Esa fue una etapa difícil para mí, porque íbamos por muchos lugares entre Chincha, Ica y Lima, y no podía hacer amigos, porque me cambiaba de colegio. Creo que mi madre tomó la mejor decisión de mantener junta a la familia. Estaba en tercero de primaria cuando nos instalamos en Lima, pero aquí también nos mudábamos de distrito. Estuve en siete colegios, cuatro de ellos en Lima, y creo que tanto cambio hace que le pierdas el gusto a la etapa escolar.
- ¿Y quién te puso el sobrenombre de María Sonrisa?
Fue en “La Akademia”, porque dicen que me reía todo el tiempo. En lugar de llamarme María Grazia, me decían María Sonrisa. Y en “El Gran Show”, los camarógrafos –que son los mismos de la época de “América Kids”- me decían ¡Hola, María Sonrisa!... Son mis amigos de toda la vida. “América Kids” fue como una escuela para mí; un proyecto de muchos años y una de las cosas más lindas que me han pasado. Aprendí mucho. Éramos como una gran familia y cuando grabábamos una vez por semana parecía un encuentro de hermanos. Todo era más inocente y nos cuidaban muchísimo.
- ¿Cuándo dejas de ser niña?
Siento que soy una niña todavía (risas); soy como Peter Pan...¡Mentira!, es broma. Igual creo que he crecido de manera distinta a mis amigas. Trabajaba desde muy chica, ganaba mi plata y de alguna manera he sido independiente, mientras ellas hacían lo normal, como ir al colegio y luego a su casa. Fui creciendo en el camino, cuando la mayoría se da cuenta de eso, cuando termina la secundaria o la universidad. En mi caso, nunca hubo ese cambio tan drástico.
(Foto: Tony Robles)
- ¿Qué hiciste con tu primer sueldo?
No lo recuerdo, creo que llevé a mi familia a almorzar. Soy una persona que ahorra; compro lo que necesito y pago mis deudas.
- ¿Recuerdas algún consejo especial?
Soy de las personas que toma decisiones en grupo; como trabajo con mi hermano, quien también me representa, me interesa mucho su opinión. También la de Katy Cano, mi asesora de prensa.
- Has dicho que la fama es efímera...
Así es; por eso, lo más importante es tener los pies bien puestos en la tierra y no perder la perspectiva, porque quien sufre después es una misma.
- ¿Es difícil adaptarse al medio?
Para mí no, porque soy como soy en todas partes. Participar en “El Gran Show” fue todo un reto, porque soy tímida y me da roche estar muy expuesta, pero me programo mentalmente y sigo adelante.
- ¿Alguna actriz peruana o extranjera es tu referente?
En realidad sigo mi instinto. Hay grandes actrices, pero no tengo una en especial. Me inspiran las ganas de lograr las cosas que quiero.
- ¿Y qué es el éxito para ti?
Disfrutar lo que haces, cualquiera sea el área que elijas.
- ¿Qué esperas del mundo artístico, ahora que eres una profesional?
Espero que haya posibilidades para todos por igual. Hay mucho talento y es lindo que las producciones estén buscando gente nueva.
- ¿Te harías una cirugía?
No estoy en contra de las cirugías estéticas, si hacen sentir mejor a la persona; pero también creo que las mujeres más lindas son las que no se operan la cara. Yo no me operaría, salvo si lo necesito más adelante.