Maritza Noriega
Hace cinco años, cuando la maestra Luisa Aquije alcanzó la edad de jubilarse, tenía una idea muy clara: no quería pasar las tardes sentada en el sillón de su sala, mirando telenovelas. Ansiaba seguir enseñando, aunque le parecía complicado adaptarse al uso de la tecnología moderna, que los profesores jóvenes manejan muy bien.
«Me preguntaba si sería capaz de entrar a esta nueva era en donde predomina la tecnología de la información. Pero con la misma determinación que demostré al estudiar para ser profesora, me preparé para manejar las nuevas tecnologías, en clases a las que asistía al lado de gente joven. Ahora soy maestra virtual. ¡Y pensar que antes solo sabía prender la computadora!». Luisa es docente de la Escuela de Posgrado de la Universidad Continental y dicta Investigación, su pasión, como ella dice. Se considera una mujer realizada que sigue realizándose, rodeada de gente que le plantea retos y que ella asume.
Fernando Zapater, vicepresidente de Consultoría de LHH–DBM Perú sostiene que la asesoría es una forma de transmitir conocimientos que no implica un desgaste físico muy fuerte y que puede realizar cualquier adulto mayor con la mente abierta y control de sus facultades. «La esperanza de vida es cada vez mayor. La gente no solo vive más años, sino que lo hace en un excelente estado físico y mental. Hay en el mercado 70% u 80% de personas que se acercan a los 80 años, sin embargo, el mercado laboral quiere cotizar hasta los 65 años, como quien hace un favor», comenta Zapater. Él prepara a las personas para el momento de su jubilación. Las motiva a pensar qué les gusta hacer, qué hacen bien, cuáles son sus destrezas y habilidades y cómo usarlas al momento de su retiro. Y a todos les dice: «A lo largo del tiempo uno acumula conocimientos, experiencias y fracasos. La sumatoria de todo esto da una visión diferente a la de una persona joven».
Si fuera de otro modo, no estarían activas ni productivas personas como Pedro Pablo Kuczynski o no habría dirigido su negocio por tantos años el famoso empresario Erasmo Wong. Y por si no lo habías notado, la mayoría de personas que dirigen los países (presidentes, ministros) y las empresas (en los directorios) son mayores.
«La sociedad y la familia tienen que adaptarse a las nuevas particularidades del siglo XXI. El adulto mayor forma parte de la población que más rápido crece. Las personas mayores de 65 años tienen mucho que aportar, con análisis y buenos consejos. Una actividad ideal para ellos es la consultoría. Además, se pueden crear equipos intergeneracionales en las empresas, porque el adulto mayor tiene una visión diferente e integral que se complementa muy bien con el ímpetu juvenil y tecnológico», comenta el geriatra Francisco Parodi, de la clínica Bamboo.
3 millones de peruanos son adultos mayores. Entre ellos hay los que dirigen empresas, los profesores universitarios, asesores de empresas, los que enseñan idiomas, etc. Se mantienen activos, son útiles a la sociedad y perciben un ingreso adicional a su pensión.
Pero para lograr eso es necesario prepararse con anticipación. Mónica Villegas del Solar, directora de Oportunidades Laborales de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC) piensa que es indispensable planificar con tiempo qué haremos en el futuro. Ella todavía no llega a los 60, tiene hijos, nietos, esposo, hermanos, trabaja en lo que le gusta, pero piensa que tiene todavía camino por recorrer. De hecho, tiene un plan de negocio. «Tengo hasta la estructura de cómo va a operar, el público objetivo, los márgenes de utilidad, los factores internos y externos que van a impactar en él. Solo me falta ver la infraestructura. Este plan ya va calentando motores y va a ser una realidad exitosa, si Dios me acompaña», comenta. Esa convicción, así como energía y entusiasmo, son los ingredientes principales para alcanzar metas. A cualquier edad.
OPORTUNIDADES
Hoy hay escuelas técnicas que contratan a profesores jubilados con experiencia y deseo de seguir activos.
Los voluntariados son una excelente oportunidad de hacer algo que antes no se pudo hacer por la crianza de los hijos y la falta de tiempo: entregar tu tiempo y esfuerzo por el bien de los demás. No se gana en dinero, pero es un incentivo para el alma y un nuevo proceso de aprendizaje.
Hay campos laborales en los que cuenta mucho la experiencia. En medicina y abogacía, por ejemplo.
Las personas que han trabajado en áreas contables tienen oportunidades en donde hay masas de empresas pequeñas, como el emporio comercial de Gamarra o Lima norte, donde las compañías emergentes necesitan apoyo en contabilidad, asesoría en márketing, exportación, como interlocutores con personas que hablan otro idioma, en temas logísticos y planeamiento estratégico.