Tatiana: "No necesito un hombre con problemas de autoestima" - 2
Tatiana: "No necesito un hombre con problemas de autoestima" - 2

Por Stefanie Pareja

Después de interpretar por cinco años a Reina Pachas, la mujer volcán de “Al Fondo Hay Sitio” que le grita sus verdades a quien se cruce en su camino, Tatiana Astengo espera con ilusión el final de la serie. Será triste, como toda despedida, pero la actriz podrá dedicarse otra vez al rol que más le gusta: una mujer de 49 años que vive sola y se asegura a diario de tener la vida que siempre quiso. No la que “le toca”. Una mujer que evita ser “la víctima”, asume sus responsabilidades y es fiel a ella misma. “Tatiana Astengo solo viste la camiseta de Tatiana Astengo”, aclara la actriz. 

Tatiana Astengo creció en La Victoria, pero estudió en Jesús María. Mientras que en su barrio la tildaban de pituca cada vez que la veían con uniforme escolar, en su colegio la molestaban por ser de Balconcillo. En ambos sitios, Tatiana respondía. Nunca se quedaba callada. “Desde chica he sido respondona. Tenía que sobreponerme y no permitir que me hundan”, nos cuenta. Entrenar su carácter desde pequeña le permitió moldear su futuro: ella pagó sus estudios universitarios, talleres de canto y actuación, vive sola desde los veinte años, se mudó a España cuando se sintió estancada en Lima y regresó a su ciudad para empezar una vez más. Tatiana Astengo, cerca a los cincuenta años, mantiene el espíritu impetuoso de esa niña respondona.

Basta con verte unos minutos durante la sesión de fotos para notar que eres una mujer de carácter.
Siempre me dicen eso (ríe). A mis 49 años ya tengo conciencia de esa imagen fuerte, de que entras a algún lado y la gente dice “ah, tú impones” pero no es algo que me he propuesto. Creo que es por la vida que he tenido que llevar, porque he tenido que salir adelante, porque tuve que ganarme las cosas y ser independiente.

Esa independencia te ha hecho cambiar de rumbo cuando lo has considerado necesario. Hace unos años, por ejemplo, decidiste mudarte a España y así lo hiciste.
Me sentía cansada y no quería estacionarme aquí. No quería hacer lo que la mayoría hace, no por convicción, sino porque no le queda otra. Casarse, embarazarse, engordar, estancarse. He visto mucha gente a mi alrededor con hijos pero infeliz. No creo que eso sea un gran mensaje para los niños. Uno  debe cultivar sus pasiones y darse un tiempo para tener hijos si así lo desea.

¿Nunca quisiste tener hijos?
No. Hasta ahora no entiendo por qué se cree que todos tienen que traer hijos al mundo. El instinto maternal no existe, es una imposición social. La gente termina haciendo lo que todos hacen. Tienes un hijo porque la chica de tu colegio ya lo hizo, porque te dicen que ya te estás quedando... las mujeres terminan haciendo algo que no quieren. Uno lo nota después cuando las ve caminando infelices con sus hijos de la mano.

¿Cómo ha sido vivir sola? ¿Qué has aprendido de tu forma de ser?
Que disfruto muchísimo el silencio y la soledad. Que no hay que tenerle miedo a eso. Aprendí a ser responsable porque como joven, por ejemplo, uno siempre para pidiendo delivery o comprando de más, pero cuando ya te encargas de todas tus cuentitas la cosa cambia (ríe). 

¿Te pareces en algo a Reina Pachas? ¿Eres temperamental como ella?
Ay, sí (reímos). Con Reina Pachas tengo licencia para matar, bulear, poner chapas, es catarsis total (ríe). Lo que como Tatiana Astengo me guardo para no tener problemas, ya lo digo como Reina Pachas. Dicen “acción” y tengo una licencia maravillosa (reímos).

¿Qué cosas no soportas?
Me mata la mediocridad y el conformismo, que la gente no acepte sus errores y se los endose a terceros. Odio a las mujeres que se hacen víctimas. Ha funcionado durante años lloriquear y decir “no puedo”. Eso hace que el hombre se sienta hábil y poderoso delante de la mujer. Por eso se me corren los hombres. Yo no necesito un hombre con problemas de autoestima, que quiera una mujer víctima para él sentirse bien. No, quiero uno que sabe que es hombre y no necesita demostrarlo.

Dices que tu forma de ser también tiene que ver con tu apariencia. 
Sí, claro. El público me relaciona con la imagen de una mujer sensual, pero no es que yo vaya de sexy por la vida (ríe). Creo que eso tiene que ver con que no me guarde nada. Yo llego a mi casa, a mi paraíso maravilloso, sin ninguna mochila pesada. Todo lo dejé en el camino. Ahora, alguna vez he querido tener menos poto, por ejemplo (ríe), pero esas cosas pasan. Lo más importante es la fidelidad con una misma.

Fotos: Rafo Iparraguirre
Directores de Moda y Stylists: Antonio Choy Kay & Gerardo Larrea
Producción: Elefante Producciones
Maquillaje y Peinado: magaly Perez
Asistente de Foto: César Silva
Asistentes de Producción: Diana Zea y Liseth Gonzalez para Elefante Producciones

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