Todas hemos tenido un primer amor que nos marcó el corazón y pese a que los años transcurran, siempre lo recordamos con especial cariño. Esa relación nos dio nuestras primeras enseñanzas del amor y el desamor que son las que nos hicieron las mujeres que somos hoy.
Ahora que ya estás más madura y tienes más experiencia en el amor, ¿has pensado en las cosas que aprendiste durante esa primera relación “seria”? Tal vez no te has dado cuenta pero, luego de leerlas a continuación, estarás agradecida por ello.
1. Eres más cursi de lo que creías
Siempre quisiste proyectar una imagen de la chica fuerte, moderna e independiente hasta que te enamoraste de verdad. Esa primera relación sacó a relucir tu lado más romántico, soñador y hasta cursi. Los mensajes románticos, los “selfies” en pareja, los detalles… todo eso que criticabas y veías como debilidad terminó por convertirse en parte de tu vida y los disfrutabas. Así que en verdad tienes tu corazoncito.
2. Conoces la importancia de la privacidad
Las buenas noticias siempre quieren compartirse y, en ese momento, sentir ese tipo de enamoramiento intenso por primera vez era algo digno de gritar a los cuatro vientos. Pero luego, cuando todo terminó, te diste cuenta de las consecuencias de publicar ese aspecto privado de tu vida en exceso al verte rodeada de preguntas incómodas y miradas de lástima de parte de los demás.
3. Aprendiste a valorar la amistad
Tal vez cometiste el error de dejarte llevar por el amor y hacer de lado a tus amigas. Las cancelabas todo el tiempo, preferías ver a tu enamorado que a ellas, solo hablabas de él cuando estaban juntas, etc. Sin embargo, ellas fueron las primeras al estar ahí cuando llegó la separación y dejaron atrás los desplantes o malos ratos. En ese momento encontraste a tus verdaderas amigas.
4. Descubriste que el amor no es color de rosa
Los primeros meses de esa relación seguramente sentías que flotabas en las nubes y vivías un cuento de hadas. Pero luego, poco a poco, te fuiste dando cuenta de lo equivocada que estabas al pensar así y aprendiste que una relación necesita de trabajo y tolerancia además de amor para sobrevivir. Hoy es una lección que nunca olvidarás.
5. No creíste que fueras tan fuerte
Al ser tu primer amor, también fue tu primera ruptura en serio. Probablemente sentiste que el mundo se te venía encima, que nunca encontrarías nadie como él, que no lograrías salir de ese hoyo oscuro de la soledad, etc. Ahora mírate, te recuperaste al 100% y te diste cuenta de toda la fortaleza y voluntad que tuviste para salir bien parada de ese mal rato.