Victoria Lugovskaya
Me gusta como tú me amas», afirma dulcemente el protagonista de la popular canción de Mangu. «Desnudos tú y yo en mi habitación… La luz apagada, tu aliento en mi aliento, ¡ay, qué amor!». Suena sexy, pero nada sabemos de la destinataria de aquella letra. Tal vez ella sorprendería a su amante con algunas quejas o sugerencias para mejorar el encuentro íntimo.
Todas las parejas experimentan diferentes gustos, deseos, preferencias, ritmos en la frecuencia para tener sexo, lo que a veces crea insatisfacción, nos explica el psicoterapeuta Bruno Granda Lam. Las actitudes demandantes y perfeccionistas suelen generar problemas en la vida sexual de una pareja. Por el contrario, hay quienes logran resolver estos problemas de manera creativa y crecen juntos en base a afecto, empatía, comprensión, sensibilidad y madurez. La clave del éxito de una pareja es la capacidad de comprensión, empatía y flexibilidad. No se trata de un vínculo estático, sino de un crecimiento constante, de entrega y la decisión de continuar juntos.
¿SOMOS COMPATIBLES?
Existen parejas que pueden ser incompatibles en el día a día: les cuesta llegar a acuerdos en cuanto al manejo financiero, elección de las amistades, qué hacer los fines de semana o incluso qué comer; sin embargo, pueden ser bastante compatibles en la alcoba. Hay parejas que siguen juntas solo porque suelen terminar una noche de placer satisfactoriamente exhaustos y despertarse mirándose a los ojos, con una sonrisa cómplice que puede borrar por unas horas lo mal que pudieran llevarse ayer. Sin embargo, según la experiencia clínica, afirma Jorge Mesta, la relación que se basa en la atracción solo a una parte de la persona –en este caso la sexual– y no a la persona completa, está condenada a la extinción.
La compatibilidad sexual es la armonía, acuerdo, entendimiento de los caracteres, personalidades, ideales y estilos de vida entre los miembros de una pareja a nivel sexual, señala el psicoterapeuta Jorge Mesta León. La incompatibilidad es la ausencia o carencia de lo anterior. En el área sexual podemos evaluar la compatibilidad de las personas mediante sus creencias acerca de la sexualidad, capacidad de disfrute y habilidad para expresar su afecto.
Para algunas parejas, es posible vivir en armonía aunque sean incompatibles sexualmente. Todo depende de la importancia que ambos le dan a esta área de sus vidas. Se trata de un asunto de compensación: la pareja renuncia a una vida sexual satisfactoria a cambio de otros beneficios. Por ejemplo, él puede ser un excelente padre, honrado, trabajador, alegre y fiel marido. Ella puede ser una buena madre, muy cuidadosa de la educación de los hijos, buena amiga, responsable, y profesional destacada. Si ambos valoran estas variables y la balanza se inclina para lo positivo, la pareja sobrevive... sin sexo pleno.
LAS RAÍCES DE INCOMPATIBILIDAD
Hay factores y creencias que contribuyen a la incompatibilidad sexual, señala Bruno Granda. Por ejemplo:
• Los hombres deben tomar la iniciativa, desde el principio hasta el final.
• La mujer que toma la iniciativa es una libertina.
• Todos los hombres deben saber de sexo, por ejemplo, saber cómo estimular a su pareja sin preguntar nada.
• Un hombre que no es un buen amante no es un buen hombre.
• Problemas de disfunción sexual.
• El hecho de que alguno no se sienta satisfecha (o) pueda generar una actitud de crítica y desvalorización hacia su pareja.
Incompatibles, ¿pero de qué tipo? La incompatibilidad sexual temporal significa que los miembros de la pareja tienen distintos momentos de deseo uno hacia el otro. Por ejemplo, él amanece todas las mañanas con una muy buena erección y con deseos de tener un encuentro íntimo. Sin embargo, ella detesta que la despierten por las mañanas, y cuando él se acerca, lo rechaza. Él se va a trabajar molesto, y cuando regresa por la noche agotado después de un día pesado, lo único que quiere es ducharse e ir a dormir. En este momento ella se acerca a él seductora, a lo que él no responde, causándole a ella gran malestar.
La incompatibilidad sexual por diferentes grados de deseo ocurre cuando uno de los miembros de la pareja es más sexual que el otro y desea más acercamiento físico, y la otra parte es poco receptiva a ello. Por ejemplo, él necesita tener sexo diariamente, mientras que ella está satisfecha con una vez por semana, generando en su pareja la insatisfacción continua.
La incompatibilidad sexual comportamental se da cuando ambos coinciden en el deseo y el momento, pero sus comportamientos sexuales no satisfacen a la otra parte. A uno le gusta una pose, movimiento, juguete o práctica que disgusta o incomoda al otro.
Según Mesta, gran parte del fracaso sexual se debe a lo mal que nos llevamos en el día a día.
«¿Si hemos discutido todo el día, cómo pretendes tener un buen encuentro sexual en la noche?», dicen algunas mujeres. Los hombres usualmente expresan lo siguiente: «Si hemos tenido un mal día, tenemos la posibilidad de mejorarlo en la cama durante la noche». Ambas expresiones son válidas, y reflejan algunas diferencias entre ambos géneros.
Es importante mejorar la calidad de relación de pareja antes de intentar mejorar la calidad de las relaciones sexuales, ya que en muchos casos el fracaso en lo último se debe a lo primero.
AYUDA PROFESIONAL
La incompatibilidad puede causar miedo al rechazo, vergüenza, miedo a ser abandonado, ansiedad, frustración, sentimientos de desvalorización, tensión muscular, preocupación constante.
Sin embargo, una incompatibilidad sexual no significa que la relación deba terminar. La comunicación es importante para llegar a la posición ganarganar donde ambos puedan ceder en algo sin que esto signifique un gran sacrificio. Si ellos solos no logran llegar a acuerdos convenientes, un psicoterapeuta o sexólogo puede ayudarlos a encontrar el mejor camino para la comprensión y satisfacción.
Diversas parejas acuden a la consulta terapéutica: pueden ser las que no se aman o no se sienten amadas y tienen satisfacción sexual; parejas que no se sienten amadas, se sienten incómodas, y el sexo sea una pantalla de su insatisfacción; existen parejas que se aman y tienen poca satisfacción sexual; hay personas que no se sienten amadas porque él o ella tiene disfunciones sexuales.
Una de las cosas que se trabaja en terapia, indica Granda, es dejar de culpabilizar al otro, descalificarlo o pensar de manera negativa. Otra opción es estimular las conductas constructivas y las caricias físicas, verbales, incondicionales. Para tener buenos resultados se requiere de una comunicación fluida en temas relacionados con la sexualidad. A su vez se negociarán las demandas necesarias para una sexualidad satisfactoria por parte de cada miembro de la pareja. En casos de falta de deseo sexual se aplican ejercicios de erotización: unas sesiones de masaje con el objetivo de relajarse cuando uno recibe las caricias del otro, o una ducha juntos cuando uno baña al otro para acercarse físicamente y compartir intimidad.
La vida sexual de una pareja no siempre es rojo pasión. Todos pasan por las etapas grises de rutina, aburrimiento o frustración. Es posible superar las diferencias de una incompatibilidad sexual con motivación, paciencia, respeto mutuo, confianza en sí mismo y la actitud positiva. Al fin de cuentas, la frase «Me gusta como tú me amas» no siempre se refiere únicamente a lo que sucede entre las sábanas.