Seamos honestas. Aunque nuestra pareja nos diga que nos ama con locura, no podemos negar que alguna vez la idea de que nos ha engañado o de que quiera hacerlo, ha rondado nuestra cabeza.
Si tienes alguna sospecha de que no eres la única mujer en su vida, hay algunas señales que lo podrían demostrar.
Un motivo para dudar de la fidelidad de tu pareja, es el excesivo cuidado de su privacidad. Por ejemplo, si antes tomabas sin problemas su celular o husmeabas su cuenta de Facebook sin problemas y ahora se ha vuelto muy celoso de sus cosas, puede estar ocurriendo algo que no te quiere contar.
Si la otrora llama de la pasión es ahora una débil flama de vela, hay gato encerrado. Usualmente, los hombres infieles pierden el interés por sus parejas. Un consejo que funciona como combustible es poner a prueba tu creatividad, tomar la iniciativa y salir de la monotonía. Si después de tu mejor esfuerzo, no funciona, algo podría andar mal.
Cuando intenta darte explicaciones sobre por qué ha llegado tarde o con quién ha estado y se le ve nervioso o inseguro, no lo dejes pasar por desapercibido: Conoces a tu hombre y te das cuenta si te está mintiendo o no.
Atenta si pasó de ser de esos que salen usando lo primero que encuentra a demorarse más que tú al arreglarte. Tal vez está intentando impresionar a alguien más y no estás enterada.
Si pasaron de ser la pareja perfecta a actuar como perro y gato todo el día, preocúpate. Compartir su tiempo con otra persona hará que la compare contigo y note, a veces exageradamente, todos tus defectos.
Finalmente, un dato clave es que está más propenso a ponerse de mal humor cuando están juntos e iniciar una discusión sin sentido para marcharse.
Si bien, estas son algunas señales que podrían alertarte, recuerda que la mejor manera de solucionar el problema es hablar con él y resolver juntos sus dificultades. ¡Suerte!